La
bruja
Una
vez, dos niños se habían estraviado en un monte y después de tanto
caminar fueron a parar en la casa de una bruja. Golpearon la puerta y
salió una mujer alta, flaca, muy fea, a la que le tuvieron miedo,
pero la bruja, muy amable y cariñosa, les ofertó pan y leche. Ellos
acetaron gustosos. Y los invitó a pasar adentro. Y les cerró bien
la puerta. Después que les dio de comer y se llenaron, los metió en
una jaula grande y áhi les daba de comer y beber en abundancia, y
cada mañana les decía:
La
bruja se puso entonces a preparar el horno y lo encendió. Luego les
dijo a los niños que con un palo desparramaran las brasas del horno
para que se calentara mejor. Los niños contestaron no poder, porque
no alcanzaban. Y le dijeron que les enseñara. La bruja dijo que
bueno y tomando un palo se puso frente a la boca del horno y empezó
a mover las brasas. Los niños, que estaban atrás de la bruja,
aprovecharon la oportunidá y la empujaron con todas sus fuerzas. Y
la metieron en el horno y le taparon la boca al horno.
La
bruja empezó a chillar y reventó y los niños buscaron el camino y
se fueron a su casa. Y así se salvaron.
Juana
Herrera, 55 años. La Quinta. La Paz. Catamarca, 1952.
Es
el cuento tradicional; está reducido aquí a sus primeros motivos.
Cuento
917. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 069
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