Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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domingo, 8 de febrero de 2015

Los hermanos malos y la zorrita encantada .1079

Que era un Rey que tenía tres hijos. Y ese Rey tenía una quinta. Esque tenía en la quinta unas manzanas muy lindas, que nadie tenía como ésas. Y él que las tenía contadas a las manzanas. Y un día había ido a verlas a las manzanas y esque le faltaba una. Y esque dice el Rey que había que cuidarlas. Esque tenía muchos piones, y él que decía que podían ser los piones, pero que los piones lo respetaban mucho.
Entonce, el Rey comenzó a hacer cuidar las manzanas de día. Bueno, y esque las manzanas seguían faltando y pensó que sería de noche. Y que le dice al hijo mayor que tenía que irse él a cuidarlas. Pensó que los piones no podían cuidar de noche. Lo mandó al hijo mayor.
El hijo mayor se jue a cuidar las manzanas. Áhi 'taba, pero muy a deshoras de la noche, él 'taba aburrido y le había dado sueño y se había dormido. Y al otro día va el padre a contarlas y siempre que le faltaba una.
A la noche siguiente va el del medio. Tenía que amanecerse, pero había hecho lo mismo y si había dormido.
Y a la noche siguiente, entonce que le dice al más chico que se vaya él, ya que los otros no obedecían, a ver si él obedecía. Bueno, que le dice él que le dé una manta, una guitarra y una escopeta. Y se había ido el joven. El padre le dio todo.
Que había llegado él y se había puesto a tocar la guitarra. Que se cansaba, se quería dormir, pero no si había dormido.
Muy tarde, a deshora de la noche, que había sentido un ruido arriba de la planta, lo que se movían los gajos. Y bueno, esque mira y cuando ha mirado que ve un pájaro que se había asentado arriba de la planta.
Y bueno, él esque le había tirado un tiro, pero no le había pegado bien. Esque sólo le había sacado una sola pluma. Él que había corrido y la había levantado para que viera el padre que él había cuidado y viera el pájaro que hacía daño. Y al otro día cuando le lleva el hijo la pluma al padre, que dice el Rey que la pluma era di oro y que no había más caso que tendrían que irse en busca del mismo pájaro.
Y bueno. Esque se va el hijo mayor a buscar el pájaro. Le dice al del medio que vaya él también.
Y cuando había ido muy lejo el hijo mayor, que estaba una zorrita, tirada al sol, tomando sol. Que era bien flaca la zorrita. Y entonce que le pregunta al joven mayor, qué adónde iba. Y entonce que le dice él que él iba en busca del pájaro de plumas di oro y que si no le podría dar noticias ella de adónde podría estar.
-Sí -que le dice la zorrita, vení. A lo lejos se ve un humito y en ese humito es una aldea y en esa aldea hay dos partes. En una parte está oscuro y sin luz y en la otra -que le dice- está con luz. Y cuando vos lleguís, entrá en la que está en oscuro, ahí vas a dormir y si vos no obedecís, si vas a dormir en la con luz, te vas a perder. Y al otro día voy a salir yo y te voy a encontrar.
Este joven no había obedecido, porque él había llegado y había visto las dos partes que ella le dijo, pero le había dado miedo de ver tan oscuro la parte que le dijo la zorrita que entrara. Y él se entró adonde estaba con luz, y no salió más.
Y al otro día la zorrita lo estaba esperando y no salió. Y de ver que no salió, se devolvió al mismo lugar adonde estaba. Entonce el Rey, de ver que no volvía el hijo mayor, lo mandó al del medio. Y el hijo se va.
Llega el hijo y se encuentra con esta zorrita. Y la zorrita li había dado los mismos datos y que le había dicho al otro joven, que había ido y si había perdido, pero que le dijo que él obedezca y entre en la parte que estaba en oscuro.
Y el joven fue y no había obedecido también, porque él, al entrar en la parte que estaba oscuro, vio muchas cosas y tuvo mucho miedo y se devolvió y entró en la parte con luz. Bueno, también no volvió adonde estaba el padre.
Y que le dice el Rey al hijo menor, ya de ver que los otros no volvían, que vaya él en busca del pájaro, que así como era el único que lo había visto, así podría encontrarlo.
Y entonce esque sale el hijo menor en viaje también.
Va y se encuentra con la misma zorrita. Y que le dice la zorrita que adónde iba. Y esque le dice que él iba en busca del pájaro de plumas di oro.
-¡Ah! -que le dice la zorra, han venido dos más en busca del mismo pájaro y de ver que no obedecen, estoy para no dar ningún consejo.
Y que le dice este joven, que a él le dé el consejo, que él es hombre de obedecer el consejo.
-Mirá -que le dice la zorrita, si vas a obedecer, te doy el consejo, y sinó, no.
-Sí -que le dice el joven, que él iba a obedecer el consejo.
Que le dice que a lo lejo se veía un humito, y que era una aldea y que en esa aldea había dos partes, en una parte estaba sin luz y en la otra con luz. Y que él entre en la que estaba en oscuro, y que al otro día ella lo iba a esperar.
Y bueno, él esque había obedecido. Que había llegado a la aldea, y él esque había entrado en la parte en oscuro. Y él esque veía muchas cosas. Que tenía miedo pero esque había hecho valor y si había quedado. Que había dormido ahí. Y al otro día, muy temprano, salió. Y había seguido viaje.
Al caminar, se había encontrado otra vez con la zorrita. Ella esque estaba muy contenta lo que él había obedecido.
-Vení, subí -que le dice la zorrita. Subí, te voy a llevar adonde está el pájaro.
Y que él le dice que no, que no porque ella 'taba tan flaca y era tan chica, que no iba a poder llevarlo. Y ella que le dice que sí, que iba a poder, que suba no más.
Y bueno, había subido él y la zorrita lo llevaba como un caballito. Y al ir muy cerca del pájaro, le dice que se baje.
-Mirá -que le dice- aquí es la casa del Rey que tiene el pájaro de plumas di oro. El Rey está durmiendo -esque le dice la zorrita- y el pájaro está en la jaula más linda que hay. Y áhi, hay otra jaula más vieja, en ésa lo vas a traer.
Y claro, cuando había entrado el joven, estaba durmiendo el Rey. Cuando había entrado él, de ver que estaba en una jaula tan linda el pájaro, lo quiso sacar en la misma jaula, no más, y empezó a cantar el pájaro y se despertó el Rey. Y lo pilló a él y que le dice que qué andaba haciendo. Y que le dice que él andaba en busca del pájaro de plumas di oro. Y entonce que le dice el Rey, que no, que no lo iba a poder sacar, solamente que le traiga a él, el caballo con la montura di oro, que por eso se lo daba.
Y bueno, que salió él, muy triste, de ver que no podía sacar el pájaro. Y había seguido el viaje. Y si había juntado otra vez con la zorrita, que lo estaba esperando.
-Y bueno -esque le dice- de ver que ustedes no obedecen mis consejos, yo no quiero dar más consejos, no van andar bien.
Después de estar enojada la zorrita, esque le dice:
-Subí -y lo lleva adonde estaba el caballo.
-Mirá -que le dice- en este corral vas a entrar. El dueño del caballo está durmiendo. Hay monturas muy lindas y hay otras muy viejas. La montura más vieja vas a tomar -esque le dice- y la vas a poner al caballo, porque si le ponés la linda, va a relinchar el caballo y van a sentir los dueños.
Y bueno, esque había entrado el joven al corral y de ver estas monturas tan lindas, que va y que le pone la mejor montura, y que empezó a disparar el caballo, a dar vueltas en el corral y a relinchar, y que se levantaron los dueños y lo volvieron a pillar al joven.
El dueño del caballo había sabido ser un rey, y este rey había sabido andar interesado en una niña, y el Rey que no se animaba a hablar a la niña porque era de familia muy delicada.
Y entonce que le dice el Rey al joven que qué andaba haciendo, y él le dice que anda por llevar el caballo. Y entonce que el Rey le dice que sólo di un modo le iba a dar el caballo, sólo que le lleve la niña que él quería.
Y bueno, él sale muy triste, y cuando él había salido, que le dice la zorrita:
-Bueno, vos ahora hacé lo que vos querás, yo ayudarte más no puedo, porque si vos no obedecís, no te puedo sacar de ningún apuro.
Y el joven ha quedado muy triste y si ha puesto a llorar. Y no dejaba de llorar. Y la zorrita, al ver que lloraba tanto este joven, esque le dice al otro día:
-Subí -y que lo llevó adonde 'taba la niña.
-Mirá -que le dice, aquí es donde 'tá la niña. La niña sale a bañarse en esta parte, y cuando ella salga, vos vas a correr y la vas a abrazar de atrás, porque si la abrazás de otro lado, va a gritar la niña y van a salir los padres.
Y bueno, este joven se había escondido y cuando ella había salido, había corrido y la había abrazado de frente, en el apuro. Bueno, cuando la había abrazado, la niña había pegado un grito, que los padres habían corrido y lo habían pillado. Y entonce, que le dicen que si él quería la niña, tenía que dehacer un cerro, hacer un túnel, que pase un camino a lo largo y al través. Y si no lo hacía lo mataban.
Y bueno, este joven había salido llorando, y que ya no tenía consuelo, porque la zorrita le decía, que si no obedecía, ya lo iba a dejar. Y lloraba este joven sin parar.
Y dos días dejó pasar la zorrita. Y ella esque dormía y él esque lloraba. Que si había amanecido llorando, porque lo iban a matar si no hacía el túnel.
-Acostate a dormir -le dice la zorrita.
Y él se acostó a dormir. Y cuando se levantó, ya estaba el túnel hecho. Ella esque lo había hecho.
Él había cumplido con eso. Él, muy contento, les avisó a los padres de la niña.
-Muy bien -esque le dice el padre- pero a la niña no te la vamos a dar.
-Mirá -que le dice la zorrita, si no te dan a la niña, vos te despedís de todos y al último, la tomás de la mano a ella y la sacás no más. Y así lo había hecho el joven.
Y bueno, esque los padres no le hicieron nada, ni la siguieron, menos.
-Bueno, tenís que llevarselá al Rey. El caballo te lo van a dar.
Y esque había ido y le había llevado la niña al Rey y el Rey li había dicho que el caballo era para él, que lo ensille y lo saque.
-Mirá -que le dice la zorrita, cuando ensillés el caballo, subís y te despedís del Rey y al último te vas a despedir de la niña. Le das la mano y la tirás y la vas a poner en las ancas del caballo.
Y bueno, había hecho lo que li había dicho la zorrita.
Y puso la niña en las ancas y salió disparando en el caballo.
Y la zorrita lo estaba esperando.
Y esque le dice:
-Mirá, llegá adonde tiene el pájaro el Rey. Al caballo se lo vas a presentar al Rey. Y él te va a decir que lo vas a atar. Entonce vos lo vas atar como para dehatarlo con facilidá cuando quieras subir, y a la niña la vas a dejar en las ancas del caballo. El Rey va a entrar a la pieza de él y a vos te van a entregar el pájaro. Cuando te entreguen el pájaro, corré y subí en el caballo y dispará.
Bueno, el joven ya hizo todo como le dijo la zorrita y disparó en el caballo. Bueno, siempre lo esperaba la zorrita. Bueno, ya siguieron juntos y él llevaba la niña, el caballo y el pájaro.
-Lo que yo te pido -esque le decía la zorrita- que no te vas a bajar cerca de un pozo di agua que hay en el camino, porque en ese pozo -es que le advertía- tendrás que ser perdido vos y todo lo que llevás.
-Muy bien -esque le dice el joven.
Al amanecer, que iba la niña con sé, y que habían visto una laguna. Que él no sabía si ése era el pozo. Se había bajado ahí, y la bajó a la niña y al pájaro. En ese pozo con agua, que parecía una laguna, habían quedado los hermanos.
Cuando él se había arrimado a tomar agua al pozo, se jue de cabeza, y quedó la niña y el pájaro y el caballo solos. Y entonce cuando él había caído de cabeza, salieron los dos hermanos, porque este pozo estaba encantado y ahí habían caído ellos antes.
Y claro, él se había perdido, y los hermanos, de ver que encon-traron la niña, el caballo y el pájaro, se devolvieron con todo esto, muy contentos ellas. Se devolvieron adonde 'taba el padre. Y claro, llegaron y le dijieron que ellos habían conseguido el pájaro de plumas di oro, y que llevaban ese caballo y la niña, y que no sabían nada del hermano, que se habría muerto.
El padre, claro, los había recibido muy bien a los hijos.
Claro, el caballo lo echaba de menos al joven, no comía ni nada, y no relinchaba. El pájaro no cantaba y la niña esque estaba muda.
Y bueno, la zorrita ya 'taba sabiendo lo que le pasaba a este joven. Y fue, y al ver que se había caído en el pozo, entró ella a sacarlo.
Y lo sacó y que le decía que él era dehobediente.
-Mirá -esque le dice, el pájaro, la niña y el caballo ya están en la casa de tu padre, los han llevado tus hermanos y dicen que son de ellos. El caballo no come ni relincha, el pájaro no canta y la niña está muda. Lo que vos vas a hacer, te vas a vestir de mendigo, yo te voy a enseñar cómo vas a hacer. Y el favor que te voy a pedir, por todos los servicios que yo ti hecho, que es un solo favor, pero primero te voy a decir lo que vos vas hacer. Te vas a vestir de mendigo y vas a llegar golpiando la puerta de la casa del Rey. Cuando vos golpiés la puerta, el Rey te va hacer pasar. El pájaro va a cantar, el caballo va a relinchar y la niña va hablar, y el Rey va a preguntar que por qué sería eso. Entonces vos le vas a decir que sos el hijo menor y el que has conseguido todas esas cosas y por dehobediente te ha pasado eso. Y áhi le contás todo el caso como es y todo lo qui han hecho tus hermanos. Y antes de que te vas, éste es el favor que te voy a pedir: que me cortís las cuatro patitas.
Que le dice el joven que no, que cómo la iba a dejar inútil, de que ya no iba a poder andar. Y que ella le dice que sí, que lo tenía que hacer, que ella le iba a agradecer.
Y bueno, esque le dice que como era un pedido de ella que él no le podía decir que no, y que lo iba hacer. Y li había cortado las cuatro patitas y se hizo ella una niña. Que había sido una niña encantada, y que tenía una virtú para adivinar. Por eso lo había ayudado al joven.
Y bueno, que él había visto esta niña tan linda, en un palacio también muy lindo. Ella 'taba encantada hasta que pudiera hacer esta obra que habían hecho con el joven. Y bueno, se habían despedido y le había agradecido mucho y ella también le agradeció.
Y se fue él en busca del padre.
Se había disfrazado de mendigo y había llegado pidiendo limosna. Que lo habían visto y el Rey que lo había hecho pasar para adentro. Y cuando, esque había pasado, el pájaro esque había cantado y el caballo había relinchado y había hablado la niña. Y que el Rey esque dijo que por qué pasaba eso. Y que la niña le dijo que ella conocía ese joven que venía de mendigo. Y que el Rey que decía, cómo podía ser eso.
Entonce el mendigo esque le dijo que él era el dueño de los animales y que era el hijo menor de él. Y áhi contó todo como era.
Y diz que han llamado a los hermanos y el Rey les ha dicho que los van hacer quemar por la mala aición de ellos con el hermano. Y los ha hecho quemar.
Y áhi si ha casado el joven con la niña y el Rey li ha dado la corona y ha sido el Rey de ese reino.

Pastora Soria, 25 años. Guandacol. La Rioja, 1951.

La narradora dice que aprendió éste y muchos otros cuentos del padre, Blas Soria, nativo de Guandacol, quien era un gran narrador y que murió a los 68 años, en 1945.

La narradora hace la diferencia entre el sonido de la y y de ll, que es tradicional en la pronunciación del oeste de La Rioja; aspira las eses finales, y también en el sufijo des de muchas palabras (deh-hacer, deh-ensillar); en otras pone empeño en corregirse. La rr es asibilada. Su entonación, la típica del noroeste, está muy atenuada por el contacto frecuente de gente de otras regiones, pues trabaja en un hotel de la capital de la provincia.

Cuento 1079. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini


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