Tuvo
una niña una chica. Y entonces cuando la tuvo la jue a tirá a una
vereda.
Entonce
una mañana, cuando se amaneció el día andaba una aguilita arriba,
arriba. Y la aguilita crió que era un chivito. Se descolgó de
arriba y llegó onde 'taba la criaturita. Y agarró y la alzó. Y se
la llevó al árbol onde ella 'taba. Y ella no la comió, la crió a
la criaturita. Entonce ella pa podé criala, cuando se descuidaban en
las casas dentraba y llevaba de un todo pa criar su criaturita.
Ella
la crió. Ya 'taba niña, ya. Entonce ella pa podé mantenela salía
a la casa 'e los reyes y sacaba lo que había. Y cuando ella llegaba
onde 'taba el árbol ella se deja quer. Cuando llegaba al tronco 'el
árbol, le decía:
baja
tus trenzas
para
subir por ellas.
Entonce
la niña le largaba las trenzas hasta el tronquito y ella subía al
árbol. Y la niña le decía:
Entonce
una vez salió la aguilita. Entonce jue a la casa del Rey. Catió que
tuvieran todo adentro. Ella entró. Entonce la pillaron. Si había
levantao ropa de las princesas. La vio el Príncipe que se llamaba
Manuelito. Manuelito tenía un caballo que andaba, un tranco, una
legua. Entonce lo ensilló Manuelito y siguió l'aguilita. Entonce
despué de andar harto llegó al árbol. Y vio que l'aguilita decía:
baja
tus trenzas
para
subir por ellas.
Y
ya salió a buscar una olla. Entonce el Príncipe que 'staba catiando
se jue al árbol. Y entonce le dijo:
baja
tus trenzas
para
subir por ellas.
Y
le bajó las trenzas. Y cuando ella sintió el peso le dijo que se
largara. Pero el Príncipe si hacía liviano agarrandosé del árbol
pa llegar onde 'taba la niña. Y cuando lo vio la niña le dijo:
-Mejor
que me vaya porque mi mamita me a va matar. Me va matar porque va
hallar olor. Mejor será que me vaya.
Y
se bajó del árbol y se jue con el Príncipe. Y entonce llegaron
onde 'taba el caballo que tenía él, que andaba un tranco, una
legua.
Subió
al caballo el Príncipe y la niña subió al anca. Anduvieron mucho y
llegaron a una laguna. Y asentó en la laguna. Y la hizo subir a un
árbol y en el árbol había un palo como un asiento. Y áhi la dejó
sentada. La niña era muy linda, harto linda. Y él se jue a la casa
del Rey.
Llegó
el Príncipe al palacio y le dijo a la Reina y a las hermanas que
tenían que arreglarse muy bien porque él traía una niña muy
linda, y que s'iba a casar con ella. Entonce ellas se arreglaron.
Tenían
una negra sirvienta y entonce la mandaban con unos cántaros de esos
con orejitas a trer agua de la laguna. Y la negra sacaba agua de onde
'taba el árbol con la niña. Y cuando la negra sacaba agua se vía
la cara de la niña, y la negra creía que'era ella.
Era
una negra mora. Y áhi tiró los cántaros. Y rompió los cántaros y
jue al palacio diciendo eso. Y la mandaron otra vez al agua con unos
nuevos cántaros.
Y
entonce la negra agarró y los dejó a un lao. Entonce la niña se
bandió para onde 'taba la negra. Y entonce ya llegó y le dice que
'taba esperando al Príncipe pa ir al palacio y casase con él.
Y
tanto porfió la negra con despulgarla hasta que la hizo agacharse. Y
entonce ella la comenzó a despulgar. Y entonce ella se quedó que se
dormía en la falda de la negra. Entonce la negra le prendió un
alfiler en cada sienita. Y otra en la coronita. La negra era bruja. Y
entonces ella se volvió palomita. Y entonce ella pegó un volido y
la negra quedó en el palo.
Y
entonce vino el Príncipe a llevala. Y áhi se encontró con la
negra. Y él estrañao le preguntó pórque 'taba tan cambiada. Y
entonce le dice ella que porque el sol la ha quemado, pero que ya iba
a volver a ser como ante.
Y
entonce el Príncipe la lleva al palacio, pero queda pensativo,
porque algo raro le parecía todo. Y áhi vivían en el palacio. Un
día viene el hortelano y le dice al Rey que todo los días viene una
palomita y le pregunta de él. Y que ve que está muy triste, que da
lástima oíla.
Al
otro día la pilló el hortelano y se la trajo al Rey. La negra se
enojaba muchísimo y decía que esa paloma debía ser bruja. El Rey
le acariciaba la cabecita, y le tocó una alfiler y se la sacó.
Entonce la palomita se hizo la cabeza de la Reina. Le sacó otra y se
hizo hasta la mitá. Y le sacó la otra de la coronita y se hizo toda
entera la Reina. Entonce ella le contó al Rey todo lo que pasó.
Entonce
el Rey mandó que la mataran a la negra que la ataran a cuatro potros
y la largaran al campo. Y así la descuartizaron.
Clara
Rosa Salazar, 33 años. Ranquilcó. Neuquén, 1954.
La
narradora es descendiente de familias chilenas. Su pronunciación
rústica es la de los campesinos de la región, pero conserva rasgos
del habla de Chile, de la región fronteriza.
Variante
del cuento tradicional.
Cuento
994. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 072
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