Había
una vez tres hermanos huérfanos, una mujer y dos varones. Los
hermanos que salían todos los días a trabajar y volvían a la hora
de comer. La niña quedaba sola en la casa, pero que tenían unos
perros muy bravos que la cuidaban.
Un
día que había oído que los perros peliaban tras de la casa. Y se
fue a separarlos y encontró una hortaliza con verduras muy lindas. Y
cortó un poco de cilantro y le echó al locro.
Cuando
vinieron los hermanos les sirvió la comida y les reclamó porque no
le dijeron que tenían verdura.
Y
ellos le contestaron que ellos no tenían ninguna verdura. Ella se
asustó, y un momento más los hermanos comieron y se volvieron
bueyes.
Después
de un tiempo vino el Rey y le propuso que se casara con él. Ella no
quería porque tenía que cuidar sus hermanos bueyes.
Después
de un tiempo la señora tuvo un chiquito varón. Y un día que ella
se lavó la cabeza y estaba con el cabello suelto, vino de visita una
vieja bruja, la misma que le transformó los hermanos en bueyes, y le
pasó la mano por la cabeza diciendolé:
En
ese momento la señora se hizo una paloma y salió volando. La vieja
bruja se vistió con las ropas de la Reina y esperó que llegara el
Rey. Ella taba muy contenta, pero el Rey 'taba muy triste. El
chiquito lloraba de hambre. Cuando estuvieron en la mesa, vino una
palomita y se asentó en la fuente que había en el patio y cantaba:
Al
siguiente día volvió y cuando quiso volar, quedó pegada. Entonces
el Rey corrió y la pilló. Y la comenzó a espulgar.
Entonces
le encontró unas tachuelas, y en cada tachuela que le arrancaba daba
un suspiro, y cuando le sacó la última, quedó tendida en sus
brazos su esposa.
Lugareña.
La narradora ha olvidado buena parte del cuento tradicional.
Cuento
981. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 072
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