Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

domingo, 8 de febrero de 2015

La niña bonita y la madre de crianza .1033

Era una señora que tenía una hija bastante morena y una criadita hermosa.
Entonces, a la chica linda la manda a cuidar las ovejas. Tenía un corderito. Ya tenía astitas el corderito.
Le dio de castigo que esa lana del cordero que tiene que hilar en un día. Lo esquilaron al corderito.
Va la bonita a cuidar las ovejas y lleva la lana. Y hace el hilo en el brazo y en las astitas del cordero. El cordero iba por detrás de ella, haciendo el hilo. Y bueno, de allá viene la chica linda con el hilo y todo completo. Entonce la negrita le dice a la mamá:
-¿Cómo puede ser que la chica ésta traiga todo el hilo completo? Por que yo también hago -le dice la negrita- y no alcanzo.
-Bueno, m'hija -le dice. Llevá este cordero. Sacale la lana y llevá vos para que hiles así como ella -dice.
Le preguntaban las instrucciones de ella, y ella no les daba. Pero la habían espiado. Han visto que el corderito la ayudaba.
Bueno, entonces, se va la otra por detrás de las ovejas. Ella tenía otro corderito de ella. No si hacía el hilo. Envolvía en el brazo, envolvía en las astitas del cordero. No si hacía el hilo.
Bué... Viene...
-¿Y el hilo?
-No, mamá, no puedo. Nu hi podido.
-¿Que no ti ha ayudado el cordero? ¿No ti avisó ella cómo hilaba?
-No, no mi ha ayudado y ella no mi ha avisado.
-¿Cómo hicistes vos para hilar? -le decían.
-Yo hi hilado... -que dice.
-Bueno, vamos a carniado al cordero de ésta.
Lu han carniado al cordero. Ella lloraba mezquinando al corderito.
Carniaron al cordero. Bueno, carniado el cordero, la chica lleva todas las tripitas, todas las pancitas al río. A lavarlas todas las tripitas.
Así cuando ha estado lavando las tripitas, viene un viejito. Un viejito así, roñocito, sucito.
-¡Ay, m'hija! -dice que le dice, ¿qué estás haciendo vos? -dice que le dice.
-Aquí, por castigo estoy lavando estas tripitas. Me ha dado de castigo quien me ha criado.
-Bueno -dice que le dice, vos estás lavando esto, ¿por qué no me lavas a mí también estas llagas que tengo?
-Cómo no -dice que le dice. Cómo no lo voy a lavar.
Dice que lo lavaba. Lo lavó bien al viejito.
Y... Bueno...
-¿No me tienes asco?
-No -que le dice. ¿Por qué le voy a tener asco?
Bueno, lo lavó. Y...
-Bueno, m'hija -dice que le dice. A vos te han dado este castigo. Bueno, recibilo. Cuando cante el gallo, mirá arriba, y cuando grite el burro, mirá abajo.
Bueno... Así había hecho. Cantó el gallo, miró para arriba. Ha venido una estrella, se le prendió en la frente. Gritó el burro, miró para abajo y nada s' hizo.
Bueno, se va la chica, relumbrando la estrella, a la casa de la madre que la ha criado. Entonces, cuando llegó allá relumbrando...
-¡Ay! -diz que le dice, ¿de dónde has traído eso? ¿De dónde? ¿De dónde? ¿Cómo has traído? ¿Cómo has conseguido?
Bueno, que le dice:
-Esto me ha venido di arriba y se mi ha prendido en la frente.
Y ella avisó lo del viejito.
-Bueno, hija -dice, vos vas hacer lo mismo -a la negrita. Vas a llevar el cordero y hacer tal cual.
Entonce a la negrita, le dice la madre:
-Andá a carnearlo al cordero.
-Pero, mamá, cómo lo vamos a carnear al cordero.
-Cómo no lo vamos a carnear al cordero que no ti ha ayudado nada. No ti ha ayudado como la ha ayudado a la otra, a hilar y todo.
Y bueno... Le ha carneado al cordero. Lloraba ella también, mezquinando el cordero.
-Bueno, ahora te vas a llevar a lavar las tripas al río.
Y... bueno... se ha ido llevando las tripitas al río. Allá diz que estaba lavando ella, llorando, mezquinando el corderito. Y di allá diz que el viejito, el viejito ése, roñoso, sucito:
-Qué haces, m' hija -que le dice.
-¡Ay! -que le dice. ¡Salí viejo roñoso, sucio!
-No, m' hija, te pregunto qué haces.
-'Toy lavando estas tripas.
-Y no podrás lavarme a mí.
-No, sois un roñoso.
-Bueno m' hija -dice que le dice. Ahora, cuando grite el burro mirá pa arriba y cuando cante el gallo mirá abajo.
Bué... Gritó el burro, miró para arriba. Se le prendió una parte fea del burro. Bué... Canta el gano, miró abajo, no se le prende nada.
Bueno. Se va a la casa con un tremendo castigo de Dios en la frente, las cosas del burro. Entonces:
-¡Ay, m' hija!, ¿por qué traes esto? -dice la madre.
Áhi hi visto un viejo que yo no lu hi querido lavar y mi ha dado este regalo. Mi ha dicho que yo cuando cante el gallo mire abajo y cuando grite el burro que mire arriba. Entonces con eso me ha venido esto, mamá. ¿Cómo me saco?
Qué se iba sacar. Bueno, pasó eso.
-Bueno, m' hija; ahora, ¡qué vamos hacer!
-Bueno, mamá -que le dice, usté más sabe. ¿Por qué a ésta no la mete bajo de una batea?
Que la chica ya ha tenido su festejante, la bonita.
-Vamos a meterla bajo la batea y a vos en una urna.
Porque la mamá quere que este festejante la festeje a la negrita. No a la linda.
Entonces viene el niño, un niño viene y pregunta de la niña linda.
-Está en la urna -la madre le dice. Está en la urna.
Y el festejante no ha creído que está en la urna. Y viene un perrito ojos azules, un perrito blanco, zarquito. Le pega la vuelta a la batea. Entonces el niño se da cuenta que áhi está la niña, bajo de la batea. Entonces que le dice el niño:
-Yo no interesco a la de la urna. Yo interesco a la que está bajo de la batea.
-¡Ah, no! La bonita es la que está en la urna.
-¡Ah, no!, señora -le dice el niño, la bonita está en la batea.
-A ver.
Bué... Entonces la han visto a la pobrecita. La han sacado de abajo de la batea. Entonce el niño dice:
-Yo, a ésta la pretendo, no a la que está en la urna.
-Bueno, ¿qué va hacer?
Entonces la mujer ha pensado matarla a la niña. Y piensa mandarla a los desiertos.
La manda a la bonita a los desiertos.
¡Qué va hacer! Ha tenido que ir.
Allá en los desiertos ha hallado un palacio, la bonita. Ha hallado un palacio que habían sabido vivir siete hombres. Cada uno con un perro.
Bueno, la niña vio que había siete camas y todas las cosas para siete hombres. Entonces ella ha hecho la comida, arregló todo, y cuando ha sentido que venía gente, ha corrido y se ha escondido en el hueco de un mistol, de ese árbol. Y así han pasado varios días. Entonces li han dicho que no tenga miedo, que ella va ser como la hermana, como la madre de ellos. Y ha quedado áhi, como dueña de casa. Y ha vivido con ellos.
Por áhi ha tenido noticia la madre que la ha criado a la bonita. Bueno, entonces, dice, mira a una bruja que vaya a matarla a la bonita y traile los ojos.
Bué... ha ido la bruja. Ha ido y la ha encontrado. Por áhi cuando ella ya iba ya para llegar, sale el perrito blanco, el ojito azul. Dice que le dice:
-El ojito mío llevelé a la señora.
Le saca el ojito azul del perrito blanco y le lleva la bruja.
Con eso se conforma la vieja, que ya lo ha muerto a la bonita.
Y ese perrito era el ángel de la guarda.

María Manuela Herrera de García, 70 años.

Ancocha. Atamisqui. Santiago del Estero, 1971.

Variante del cuento tradicional.

Cuento 1033. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini


0.015.1 anonimo (argentina) - 072

No hay comentarios:

Publicar un comentario