Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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domingo, 8 de febrero de 2015

El torito bayo .1078

Éste qu'era un par de viejitos que vivían solos, nada más que con un criadito, que habían criau desde chico y que lo habían echau pa pastor de las cabras, vacas y ovejas que tenían. La vieja era bruja y lo había entrado a odiar al muchachito, y con el fin de matarlo no le guardaba comida o no le daba nada que coma en el día, y si le daba no era suficiente, cuanti más un pedacito de torta. El viejito era más bueno y un día pa las señaladas, le separó un ternerito, el más fierito, dandoseló al muchachito. El animal estaba enfermo y la vieja no dijo nada pensando que se le iba a morir y así quedaban bien sin hacer fuerzas.
El ternerito, que era bayo, se crió con todos los cuidados que le hacía el niño. Lo alzaba cuando no seguía a la madre, lo hacía mamar, le llevaba pastitos para que coma y nunca le pegaba, por lo que el animalito lo seguía y lo buscaba y le balaba. Juntos jugaban y al fin se puso gordo y grande, por lo que ya le servía para andar. El muchacho lo montaba en pelo y al trotecito llegaba en la tarde al corral, hora de encerrar la majada y demás haciendas.
La vieja entonces se enojaba y trató de matarlo a hambre al niño, y lo despedía todas las mañanas sin nada qué comer y le ordenaba que no saque la leche a las vacas o a las cabras.
Un día el niño no pudo más de hambre y se echó en una sombrita a llorar, y cuando estuvo allí vino el ternerito y lo halló dormido. Al resuello calientito del animal se despertó y el ternerito le preguntó:
-¿Qué le pasa, amigo? ¿Pórque está tan triste? ¿Qué tiene, hambre? Vea, no llore, detrás de mi orejita derecha tengo un mantelito, saqueló y pidalé lo que quiera comer. Después de eso, lo dobla bien y lo guarda pa mañana.
El niño hizo cuanto se le ordenó, comió, bebió y guardó el mantelito para el día siguiente.
La vieja bruja dejó pasar unos días y pensando que alguien le daba de comer al niño, por lo que no se moría, quiso descubrir. Se hizo pájaro y siguió los animales asentándose en una peña para ver mejor. Se llegó la siesta y el torito bayo se le arrimó al niño y le dio de comer.
Bueno... y con esto el pájaro supo quién lo mantenía al niño. Cuando llegó al rancho lo buscó al viejo y le contó, y le dijo que había que hacer matar el ternero del muchacho.
Al día siguiente y con la intención de buscar algo que carniar, fueron muy tempranito al corral para elegir lo mejor. Salieron todos los animales, pues la carniada iba ser ese mismo día y aunque el chico lloraba y pedía que no le maten al torito bayo, la vieja enojada le ordenó que se calle y que lo lleve hasta donde lo iban a carniar.
Como era muy mansito, se le arrimó y mientras lo acariaciaba por última vez le dijo:
-No te pongás triste, si no me van a matar. Subime, agarrate bien y cuando yo pegue una arrancada, pedile la bendición a tu padre y a tu madre, que Dios nos ayudará.
Dicho esto, el chico lo montó y lo llevaba con pena, pero tranquilo. Cuando iban a llegar al bramadero, dio un bufido y una arrancada. El chico con el sombrerito en la mano se despidió de sus padres y siguieron al mundo a todo galope. Cuando fueron lejos, el torito quiso descansar. El niño se bajó, comió y le dijo que tenían que seguir viaje hasta donde se les haga la noche, porque tenía que peliar esa misma noche con la vieja bruja que los seguía.
Llegó la noche y le dijo al niño que se esconda bien en la copa de un árbol y que no tenga miedo, que a la medianoche iba a oír los balidos de un toro que vendría. El toro que era negro y con los ojos como de fuego iba a venir a peliarlo y ésa era la vieja, pero no lo iba a vencer.
El niño se trepó a un árbol y se escondió como pudo. Y a eso de la medianoche oyó desde lejos los bramidos de un toro que se venía. El toro negro llegó, pelió mucho con el torito bayo, pero cuando vino el alba fue como si se estremeciera la tierra y el toro negro se fue.
Al día siguiente siguieron viaje y le pasó la misma cosa. Ya el niño no tuvo tanto miedo como la primera noche.
Al tercer día el torito le dice al niño:
-Bueno, mi amiguito, éste es el último día que vamos a estar juntos. El toro negro nos persigue y esta noche me va a vencer y me va a matar. Usté escondasé bien, y al otro día, saque el mantelito y llevelé para que no pase hambre y para cuando usté se vea en apuros, haga de mi cuero un torzalito. Mañana vea bien, del lado que quede para arriba; vea donde me den los primeros rayos del sol; saquemé ese cuerito, sobelé y hágase un lacito. Debajo del mantelito va a encontrar un puñalito y ésas van a ser sus armas. Cuando usté se vea en peligro de muerte o sea retau a peliar, usté diga: maniameló, torzalito, y ya va a estar, y con el cuchillito se va a defender.
El niño lloró y se despidió de su torito que tanto quería y en la noche, cuando vino el otro toro, vio que echaba fuego por boca y nariz. Peliaron mucho, pero cuando vio que cayó al suelo el torito bayo, y que el otro toro lo buscaba, ni respiró de miedo. Por fin el toro se fue y a la madrugadita se bajó. Lo vio que estaba muerto, y hizo lo que el torito le dijo y con mucha pena se fue solito a rodar tierra.
Fue por áhi, y se ocupó con un señor que tenía hacienda. Se ocupó para pastorear las vacas. El patrón le entregó unas vacas flacas y le dijo que para el norte no vaya echar las vacas, que las echara para el sur no más y ojalá sea como sea, que no pase nunca para el norte.
El niño cuidó más de un mes las vacas, en un peladeral y creyendo que iban a morirse y sin tener miedo, quizo saber por qué no podía ir para el norte. Una mañana salió, y después de andar un rato... hizo dar vuelta al arreo y se fue al norte. Encontró unos potreros llenos di alfalfa y las vacas se quedaron pegaditas, y él se fue a conocer.
Anduvo un poco y divisó una casa, y se fue allá. Era la casa de unos gigantes. Vivían los dos, pero sólo estaba la giganta y el gigante andaba por sus potreros. En cuanto llegó no más la giganta lo quiso pillar para echarlo a la olla, pero el niño se acordó de las palabras del ternerito y sacó su torzalito y se lo tiró a los pies y cayó la giganta maniadita. Y así pudo defenderse. En eso estaba cuando llegó el gigante y muy enojado porque halló hacienda en su potrero, lo quiso comer. Él le quitó el torzalito a la giganta que se murió del golpe, y se lo tiró al gigante que cayó al suelo y allí lo mató quedandosé dueño de la casa y de todos los potreros, animales, sacos con plata y cuanto había en él.
Se volvió para entregar las vacas y arreglar cuentas. El patrón le preguntó por qué se había demorado tanto y dónde había dado de comer a las vacas que habían vuelto tan llenas; pero el niño no le contó su historia. Le dijo que ya no trabajaba más y que se iba a ir, y que le pague lo que había ganado. Así fue, y el niño dueño de casas y campos vivió y vivirá y yo me vine a contar el cuento.
Pasó por un zapato roto que usté cuente otro.

Julia de Castro, 50 años. Carrizal. Famatina. La Rioja, 1950.

Cuento 1078. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini


0.015.1 anonimo (argentina) - 072

2 comentarios:

  1. Mi abuelo me contaba este cuento pero en una parte.. digo asi porque no lo recuerdo bien.. en una parte cuando el niño subia al arbol para que el torito pelee con la bruja. Mi abuelo me decua que el niño tenia que decir mas plata pa mi torito bayo asi sin dormirse hasta que llegue el dia y la bruja se valla. Y en el teecer dia el torito le dice esta noche vos te vas a dormir y la bruja me va a matar.. vos sacame el cuerito y bue no recuerdo mucho mas pero esa parte si.. mi abuelo tenia 72 años cuando murio y fue en el 2002.. si alguien me puede decir.. alfo sobre esto gracias!

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  2. Mi abuelo me contaba este cuento pero en una parte.. digo asi porque no lo recuerdo bien.. en una parte cuando el niño subia al arbol para que el torito pelee con la bruja. Mi abuelo me decua que el niño tenia que decir mas plata pa mi torito bayo asi sin dormirse hasta que llegue el dia y la bruja se valla. Y en el teecer dia el torito le dice esta noche vos te vas a dormir y la bruja me va a matar.. vos sacame el cuerito y bue no recuerdo mucho mas pero esa parte si.. mi abuelo tenia 72 años cuando murio y fue en el 2002.. si alguien me puede decir.. alfo sobre esto gracias!

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