Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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domingo, 8 de febrero de 2015

El potrillo de siete colores .1069

Señor comisario:
aquí me manda el sargento
que le haga este cuento.

Dice que éste era Dios y que tenía un chico para que le cuidara cinco yeguas que tenía. Todos los días lo mandaba a cuidar estos animalitos y le daba un poronguito di agua y un pedacito 'e pan. Salía a la madrugada y a la noche venía con las yeguas a las casas. Las encerraba áhi. Todos los días hacía lo mismo. Le daba el poronguito di agua y el pedacito 'e pan, y tomaba agua y comía pan todo el día y no se terminaba nunca. Y un día que le dice Dios:
-M'hijo, no te preciso má. Te voy a regalar las cinco yeguas -dice que le dice. Vos te vas adonde Dios ti ayude. Yo ya no te puedo tené más.
Y bueno, él dice que le dijo.
-¿Por qué no me da el poronguito y el pedacito 'e pan, en vez de las yeguas?
Y entonce que le dijo que no, que le daba las cinco yeguas no más. Dice que le dijo que dos 'taban preñadas.
-Esa rosilla va tener un potrillito de siete colores y esa otra tostada va a tener uno más lindo que una flor. Pero vos no vaye a agarrá el más lindo que una flor. Agarrá el de siete colores.
Y güeno se jue con las cinco yeguas.
Y por áhi, como a unos cuatro o cinco días tuvieron hijos las yeguas. Dice que uno de los potrillos era de siete colores y el otro era más lindo que una flor. El de siete colores dice que era todo arruinado, todo. Y el más lindo que una flor, que era más arpisto, mas liberal, más ligero y más potro malo. Él quiso agarrar el más lindo que una flor y no pudo porque dice que el potrillo que agarró, les pegó unos mordiscos y unas patadas a las yeguas y se las llevó. Y sigue él con el potrillo de siete colores no más. Y se jue con el potrillo. Marchó en el potrillito. Y di a ratos subía en el potrillito y di a ratos caminaba. Por áhi entraron a un monte y encontraron una pluma muy linda, que brillaba y parecía di oro. Y dice que la levantó. Y el potrillito que le dice:
-No la levante mi amo.
Y el muchacho si asustó y la tiró. Pero después que dice:
-Qué sabés animalito, vos -y la volvió a levantar.
-No sea porfiáu mi amo, no la levante que va a ser para nuestra perdición.
Y la llevó no más el muchacho.
-Bueno, mi amo, ya va a ver usté -le dice el potrillito.
Y el muchacho se puso la pluma en el sombrero y marchó.
Llegaron a un pueblo. Iba pasando el muchacho por la casa de un Rey que tenía una hija. Y la hija que 'taba en una ventana mirando pa la calle y ve que el muchacho llevaba esa pluma tan linda. Y entonce que va corriendo y le dice al padre:
-Papá, papá, mire ese mozo, qué linda pluma lleva. ¿Porque no lo llama y le sale a comprá?
Y el Rey dice que salió y lo llamó.
-Mozo, qué linda pluma ésa, ¿porqué no me la vende?
-Qué se la voy a vender, tome, se la regalo, para qué la quiero yo -dice que le dice.
Y la muchacha que era de má regalona; la quería de má el viejo. Y que el muchacho sigue viaje. Se jue a una herrería. Pidió trabajo y le dieron trabajo.
Y como al mes que la muchacha le dice al padre:
-Papá, qué lindo sería si pudiéramo tené el pájaro dueño de la pluma. Cómo será de lindo.
Y entonce que dice:
-Qué, m'hija, ese pájaro habrá ido pasando por áhi y habrá perdido esa pluma. Quién sabe de ánde será.
-¿Por qué no lo manda a buscar a ese mozo? ¿Por qué no lo manda a llamar pa que busque el pájaro?
Y el Rey que dice:
-Qué lo va a encontrar. Quien sabe dónde andará el pájaro ése.
Y se puso a llorá la niña y que le dice:
-Usté no me quiere má a mí.
Tanto embromó que le dice:
-Bueno, lo voy hacer llamá.
Y depué dejó de llorar. Y lo mandó a buscar al muchacho el Rey y dice que le dice el muchacho:
-¿Qué quiere, señor Rey?
-Quiero que me traigás el pájaro dueño de esta pluma, que le dice.
-Qué lo voy a trair, quién sabe dónde 'tá el pájaro. Y güeno, voy a ver.
Y se jue ande 'taba el potrillo y que le contó al potrillo lo que le dijo el Rey y áhi le dijo el potrillo:
-¿Vio, mi amo? No le dije que esa pluma iba ser para nuestra perdición.
Y que le dice al muchacho:
-Pedile un pañuelo grande de algodón, sin pecar.
Y le dio el Rey el pañuelo, y marcharon los dos. Y se fueron lejo ande había un monte grande y que había unas piedras grandotas. Y que cuando iba cerca que le dice el potrillo:
-Bajesé, amigo, y vaye en aquellas piedras. Áhi hay dos moros y en el medio 'tá el pájaro de la pluma ésa. Vaye despacito, no haga ruido, que si lo oyen somos perdidos los dos. Y fijesé, diz que le dijo -si 'tá con los ojos abiertos y las alas caídas, arrimesé, y lu envuelve bien en el pañuelo que no vaye a aletiar. Si está con los ojos cerrados, no se vaye arrimar -que le dijo.
Y el muchacho jue, si arrimó, que 'taba con los ojos abiertos y las alas abiertas. Eso era que 'taba dormido. Y llegó despacito y envolvió el pájaro y disparó. Y al ratito no más mira pa atrás, y venían los moros; venían como una tormenta punta de piedra y fuego. Y ellos dispararon. Y venían cerquita, pero no los pudieron alcanzar. Y güeno, cuando 'taban a salvo, que le dice el potrillo:
-Güeno, d'esta nos salvamos, pero tuvimo gran peligro.
Y güeno, lo llevó al pájaro viejo, ése, al Rey.
La muchacha 'taba lo más contenta y le dice al padre:
-¿Ha visto, papá, cómo lo encontró? -le dice.
Y áhi se jue el muchacho otra vez a trabajar. Y diz que como al mes se le antoja a la muchacha que el muchacho traiga las cinco yeguas y que le dice al Rey:
-Papá, qué lindo sería si este mozo trajiera las cinco yeguas que le dio el viejito.
Y dice que le dice:
-Pero, qué las va a tráir. ¡Quién sabe ánde andarán!
-Y así como trajo el pájaro puede tráir las yeguas.
Y ya sé puso a llorar ella y le decía que no la quería. Y entonce el Rey lo mandó llamar al muchacho. Y le dice el muchacho:
-¿Qué quiere, señor Rey?
-Que me traigás las cinco yeguas que te dio el viejito cuando te juiste de la casa.
-¡Qué se las voy a trair! ¡Ande andarán!
-Así como trajiste el pájaro podés trair las yeguas.
-Y bueno -dice, voy a ver, y jue a consultar con el potrillo.
Y el potrillo le dijo:
-Digalé que sí.
-Se jue y le dijo al Rey que sí las iba a trair a las yeguas.
Y se jueron los dos con el potrillo, y jueron lejo, lejo. Y dice que le dice:
-Vayesé, amigo. Vaya a tal parte. Áhi tan encerradas las yeguas en un corral. Tome este pelito pa que les pegue. Yo voy a pegar tres relinchos, pa que usté las saque. El potrillo más lindo que una flor está encerrau con las yeguas en un corral con un portón de fierro. Cuando yo pegue el tercer relincho, al último, va a pegar la pechada al portón y lo va tirar al suelo el potrillo más lindo que una flor. Usté tirelé este pelito, tirelé a partirlo, no le vaye errar.
Y se jue el muchacho y se puso al lado del portón de fierro. Y entonce el potrillo de siete colores pegó un relincho por allá, lejo. Y entonce, el potrillito más lindo que una flor levantó la cabeza y empezó a inquietarse. Entonce pegó otro relincho más cerca el potrillito de siete colores, y el otro les pegó unas patadas y unos mordiscos a las yeguas y las arrinconó en un rincón del corral. Y entonce ya pegó otro relincho más cerquita. Y el otro que vino con toda furia y le pegó un pechazo al portón y lo hizo mil pedazos. Entonce el muchacho le tiró con el pelito ése y se volvió una espada grandota el pelo ése y lo partió por la mitá. Entonce se vino el potrillo de allá y se llevaron las yeguas. Y áhi se las llevaron al Rey viejo.
Y ya llegaron y la muchacha 'taba contentísima con las yeguas. Y las echaron al campo.
-¿Viste papá cómo las trajo? ¿No te decía yo que las iba a trair?
Y se jue el muchacho ande 'taba trabajando.
Y güeno, como al mes, dice que le dice la hija al Rey:
-Papá, ¿te acordás de aquel anillo que lo perdí en el mar cuando tenía catorce años? Este muchacho es capaz de trairlo.
-Pero, ¿vos sos loca? ¡Cómo lo va tráir! Adónde lo habrá lleváu el agua, adónde lo habrá enterrau en l'arena.
-Pero, qué no lo va a tráir. ¿Cómo trajo las yeguas y el pájaro? Que ni sabían ánde 'taban y los trajo.
Y ya se puso a llorar y a decir que no la quería. Bueno, y entonce lo mandó a llamar al muchacho otra vez.
Y el muchacho que dijo:
-Qué cosa que no me dejan trabajar tranquilo. ¿Qué será ahora?
-Vio, mi amito -que le dice el potrillo, ¿no le dije que no levantara la pluma ésa y usté me dijo que yo no sabía nada? Eso es para que vea.
Y bueno, se jueron a la casa 'el Rey. Y le preguntó qué quería.
-Quiero que me traigás un anillo que perdió m'hija en el mar cuando tenía catorce años.
-Pero, ¡qué lo voy a encontrar! ¡Quién sabe cómo lo voy a tráir!
-Así como trajiste el pájaro y las yeguas.
-Y güeno, voy a consultar.
Y entonce le consultó al potrillo y que le dijo:
-Decí que sí y pedile al Rey un litro de leche y una sábana sin pecar y una pala.
Y güeno y se jue al Rey y le pidió todo eso y el Rey se lo dio. Y se jueron. Por allá, cerca del mar que le dijo:
-Cavá acá un pozo hondo, que te tape.
Y entonce cavó y cavó hasta que lo hizo del alto de él.
Y bueno, cuando estuvo que le dijo:
-Metete adentro. Y no vaye salir hasta que yo te llame, hasta que yo te pegue un relincho, si no somos perdidos los dos.
Y el muchacho se metió y se quedó adentro. Eran como las diez de la mañana y el agua le daba a la rodilla y el potrillito no aparecía. Y a la una ya le daba a la cintura. Y él desesperado levantaba los talones y no veía nada. Y a las seis ya le dabas a los hombros y no aparecía el potrillo. Y el sol se entraba y no aparecía. Y ya cuando 'taba anocheciendo él que 'taba con l'agua al cuello y entonce sintió un relincho y áhi no más pegó un salto y salió. Y corrió ande 'taba el potrillo que venía ¡pobrecito!, con las tripas a la rastra.
-Bañame con la leche y envolveme con la sábana -le dijo.
Y güeno, lo bañó bien con la leche y lo envolvió con la sábana. Y bueno, que le dice:
-Agarre el anillo que traigo en la boca y envolvelo bien, que no se te vaye a perder.
Entonce lo agarró, lo envolvió bien y lo ató. Como a la media hora el potrillo se levantó, se sacudió y 'taba sanito. Entonce marcharon y jueron a la casa del Rey. Llegaron ya de noche. Y le entregaron el anillo al Rey y se lo dio a la hija. Y ella se lo ponía en los dedos y no le quedaba bien en ninguno. Y entonce el muchacho se jue a trabajá otra vez.
Después de un mes que le dice la muchacha al Rey:
-Papá, qué lindo sería si este mozo nos trajiera el poronguito de agua y el pedacito de pan que le daba el viejito.
-Pero qué lo va a tráir.
-Sí, lo puede tráir como trajo el pájaro, las yeguas y el anillo.
Y entonce ya se puso a llorar y el Rey lo mandó a llamar al muchacho. Y vino el muchacho y le dijo el Rey que tenía que tráir el poronguito y el pedacito 'e pan. Y él que dice:
-Qué lo voy a tráir si ni a mí me lo quiso dar. Pero voy a consultar.
Entonce el potrillito le dice que le diga que sí, pero si él le da un ojo de su cara y un ojo de la cara de la hija. Y güeno, va y le dice:
-Güeno, los voy a tráir al poronguito y al pedacito de pan con una condición: que usté me dé un ojo de su cara y un ojo de la cara de su hija.
-No, no, entonce dejalo no más.
Y así se jue él tranquilo, el mozo.
Y güeno, al mucho tiempo le dice a la hija:
-M'hija, este mozo te ha tráido todas esas cosas que nadie en el mundo te la iba a tráir. ¿Por qué no te casás con él?
-Y güeno -le dijo la muchacha, si usté quiere yo me caso.
Y el Rey lo llamó al mozo y le dijo que la hija se quería casar con él. Entonce él decía que era un pobre trabajador, que cómo podía casarse con la hija del Rey.
-No, no es nada. Vos le has tráido tantas cosas que ella quería...
Y le dijo que le iba a dar casa y mueble y le dio plata pa que compara ropa. Y se casó con la hija del Rey.
Y al caballito lo tenía en un galpón y lo cuidaba muy bien. Y un día le dice:
-Bueno, mi amo, yo soy un ángel que Dios me mandó pa que yo lo salve de todos los peligros que tuvo. El potrillo más lindo que una flor era el Diablo. Ahora yo me voy. Ya 'ta casau y tranquilo.
Y el potrillito se volvió una palomita y se voló, y el mozo se quedó llorando. Lo alcanzó a cazar de la solita y li arrancó la colita; por eso son colinchitos todos los angelitos.

Y planté una planta 'e poroto
para más después contarle otro.

Dora Pasarella, 30 años. Villaguay. Entre Ríos, 1959.

Cuento 1069. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini


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