Para
saber y contar y contar para saber.
No
hay que echarle mucha estera
porque
es mucha moledera.
Ni
le dejaré de echar
porque
de todo ha de llevar.
Que
era una vieja. Tenía una hija. Y después tenía una criada, que
había criao no más.
Entonce
un día le dijo la hija de la vieja que porque no le daba un trabajo
a la Mariquita. Entonce ella agarró, la vieja, y le dio un vellón
de lana pa que l'hilara. Y ya al momento que se lo tejiera.
Entonce
ella se jue onde le mandaban a cuidar las vacas. Entonce ella se jue
llorando. Ella se encontró con una ternerita guachita que había
criao. Entonce le dijo la ternerita:
Entonce
la ternerita le dijo:
-No
llorís. No se te dé nada, Mariquita. Poneme l'husito en l'hociquito
y la lana en los cachitos y vos te ponís a dormir.
Y
entonce ya le puso ya el vellón. Y ella se puso a dormir. Y golvió
la ternerita onde ella y la recordó. Bueno... le dijo:
Bueno...
ella se jue. Y ya golvió onde la ternerita llorando porque le habían
dao tres vellones. Y entonce le dijo la ternerita:
-¡No
vuá llorá mi buena ternerita cuando mi mamita me ha mandao a hilar
estos tres vellones de lana, que se los lleve en un momento!
-No
llorís, poneme la lana en los cachitos y el husito en el hociquito y
yo te vuá a hilar. Y vos ti acostás a dormir harto largo.
Y
ella se puso a dormí. Y entonce despué de un rato ya llegó la
ternerita a recordarle a la Mariquita. Y le dijo:
Y
ya llegó a la casa la hija de la vieja y le dice:
-No
es nada ella la qu'hila -le dijo. Es la garra 'e guacha que tiene.
Ésa l'hila la lana -le dijo. Y güeno, entonce, mamá, cuando
llegue, le pregunta quién l'hiló la lana, si es harto alentáa.
Y
la Mariquita no sabía nada que l'iban a matar la ternerita. Mas, se
dio cuenta despué. Cuando se levantó a la mañana di alba, se jue a
buscar las vacas. Entonce la Mariquita iba llorando.
Y
le dijo:
-A
vos te van a mandar a lavar la panza a un arroyo. Y entonce, ante que
vas a lavar, en primer lugar, partí la manzanilla, y en la
manzanilla hay una varillita. Y entonce, tu varilla, la ponís en la
puerta 'e la cocina, ande naide la vea. Entonce vos, lo que vos le
pidas a la varillita te va a dar. Cuando vos t'encontrís en un
apuro, le decís vos: «Por la virtú que Dios ti ha dao quero esto».
Y áhi la vamo a dejar un rato a la varillita...
Entonce
carnearon la ternerita y la mandaron a la Mariquita a lavar la panza.
Entonce le dijo la vieja:
-No
se te vaya ir una tripa por l'agua abajo. Si se te va una tripa o
otra cosa agua abajo te corto la cabeza.
'Taba
por terminare de lavar, cuando se le jue la manzanilla agua abajo, se
le soltó de las manos. Y entonce ella se jue por l'orilla del arroyo
agua abajo, por seguir su manzanilla a ver si l'encontraba. Entonce,
mucho que ha endao ella, s'encontró con un viejito, y le dijo:
Y
ella jue a la plazoletita y encontró la manzanilla y se despidió
después del viejito. Y cuando ella salió di onde 'taba el viejito,
le salió una estrella en la frente. Y el viejito le dio una
varillita de virtú pa que le pida lo que quiera. Entonce ella se jue
pa la casa. Y ya la vio la Cachura qu'iba. Y le dijo a la magre:
Y
llegó la Marica y le vieron l'estrella. Y agarró la vieja y la
voltió y le pegaba con el ojo 'e l'hacha para sacále l'estrella. Y
entre más le pegaba más bonita se ponía l'estrella. Y jue inútil
que le pegue. Y entonce le dijo a la Cachura:
-Andá
buscó un pañuelo de los más inservibles pa atále la cabeza, pa
que no le vean la frente -y ya agarró y li ató y le dijo que no va
a salí a ninguna parte, qu'iba a 'tá áhi no más. Entonce la vamo
a dejar a la Mariquita a un lao.
-Mamá,
mañana me carnea mi garra 'e ternerita también -la Cachura tenía
una ternerita como la Mariquita.
Y
jue ella a buscar las vacas en la mañana. Y trajo las vaca pa que la
carniara la ternera. Y agarró la vieja y le carneó la ternera. Y
entonce le dijo:
-Y
vas a ir a lavar la panza sin que se te vaya una tripa agua abajo -le
dijo la vieja a la Cachura.
Y
jue a lavá y lo primero qu'hizo, largó el librillo por el agua
abajo. Y luego s'hizo la qu'iba llorando. S'echaba saliva en los
ojos. Entonce ya iba y s'encontró con el viejito. Le dijo:
Y
le dijo:
No
lo quiso limpiar. Ella se jue. Y mucho qu'iba, le gritó el viejito
que volviera. Entonce ella volvió hasta onde él 'taba otra vez.
Entonce le dijo:
-Volvé,
meté la cabeza en aquella plazoleta que 'tá áhi -qui había como
una barranquita, áhi 'tá tu librillo.
Entonce
metió ella la cabeza en la plazoleta y le salió un cacho. Y entonce
cuando ella levantó la cabeza no podía salir y sacó un pedazo de
barranquita. Un cacho harto grande le salió en la frente. Entonce ya
se jue pa la casa. Onde enterraba el cacho se daba güelta carnero. Y
se limpiaba su cachito y seguía. Y cuando la vio la vieja, entonce,
la voltió y le daba con el ojo 'e l'hacha pa sacale el cacho y más
grande se le ponía el cacho. Y no jue capaz de sacale el cacho a
l'hija. Entonce, ella, luego no más la levantó y se jue a un
almacén que había cerca de las casas. Entonce se jue a comprarle
cinta pa engolvele el cacho a l'hija. De lo mejor le trajo. Ya golvió
y la engolvió bien el cacho, bien engüeltito. Entonce le dijo:
Entonce
ella, la Marica, cuando ya arregló todo, el almuerzo y todo dejó en
punto, entonce agarró su varillita de virtú y dijo:
-«Varillita,
por la virtú que Dios te ha dao, que se me presente un coche de lo
más lindo con dos caballos bien negritos, el coche negro, y que de
los Reyes que habrá en misa ninguno tenga un coche mejor. Y la ropa
también, que ninguna princesa de las hijas del Rey tenga mejor que
la mía. Y del botín más lindo que me traiga, que ni las hijas de
ningún rey tengan igual».
Y
al punto tuvo todo. Y se vistió como princesa. Si bonita era, el
doble quedaba con esa ropa. Y agarró ella y subió al coche y se jue
a misa ella también. Entonce iba por llegar la vieja y la Cachura a
misa, y las pasó, y la pasó a llevar con la rueda del coche y la
voltió a la Cachura y quedó enterrada. Y entonce, mientras que la
vieja la limpiaba a la Cachura, ella llegó a misa, la Mariquita. Y
jueron a mirar la vieja y la Cachura y no la conocieron.
No
sabían de onde era el coche y no la conocían a la niña; no sabían
quén era. Todos estaban almirados. Y el hijo del Rey, Manuelito, se
enamoró de la Mariquita. Y no sabía cómo quitale una prenda pa
saber quén era.
-Mariquita,
hamos visto un coche de lo más lindo. Muy lindo, que nunca lo vimo.
Y una niña tan bonita que no sabemos quén es.
-Güeno
-le dijo, mañana temprano vamo a ir a misa. Lo arregló al desayuno
la Mariquita y salieron a misa la vieja y la Cachura.
Y
ya se jueron. Y ya hizo todo rápido. Y le dijo:
-«Varillita
de virtú, que se parezca un coche de lo más lindo. Que si lindo era
el de ayer, que sea el doble mejor éste. Y que la ropa sea mucho más
linda y el zapato charolao del mejor».
Bueno...
Al punto 'tuvo todo. Y entonce ella agarró y subió en su coche y se
jue. Y luego no más la alcanzó a la Cachura con la vieja. La pasó
a llevar otra vez. Y mientras que la vieja le limpiaba el cacho a la
Cachura, ella pasó a misa. Tuvo en misa y se mandó a cambiar otra
vez.
Y
el hijo del Rey ya tenía mucha gente pa ver si le podían quitar una
prenda a la niña. Y ella tiró cerca del coche, cuando s'iba, un
pañuelo bordado con nombre y apellido de ella. Hizo que se le había
queido, y también un botín. Y entonce apretaron a correr y el hijo
del Rey alcanzó a agarrar las dos prendas.
Y
ya llegó la vieja contandolé a la Mariquita que había vuelto la
niña a misa, más bonita que el día anterior y que si el otro coche
era lindo el que vino hoy era el doble de lindo.
Y
entonce la retaron y la vieja le largó una tetera con agua. Y la
terminó a la pobre Mariquita otra vez.
Y
el Rey y el hijo salieron a buscar esta niña. El Rey quería casalo
al hijo. Y ya pasaron a una casa y le midieron el botín a las niñas
que había, y no eran las dueñas. Y ya pasaron a otra casa. Y hasta
que al fin llegaron a la casa de la Cachura.
Entonce
cuando la vieja vio que venía el Rey, la hizo esconder a la
Mariquita abajo de una batea. Y ella se quedó con la Cachura pa que
se mida el botín. Y la Mariquita había criao un perrito de esos
chiquititos. Y áhi 'taba el perrito al lao de ella. Entonce llegó
el Rey. Saludó. Y le dicen:
Y
ya le dijo que se sacara el botín la Cachura pa que se tantiara el
zapato. Y le dijo que si le 'staba güeno s'iba a casar el hijo con
ella. Y ella decía que le 'taba güeno. Pero no 'tuvo güeno. Y ya
se quedó harto triste la Cachura y la vieja.
-«Varillita
de virtú, por la virtú que Dios mi ha dao, me das la misma ropa que
jui a misa y el mismo zapato».
Entonce
el Rey jue onde 'taba la niña y levantó la batea, y salió
Mariquita como una princesa y con un solo zapato, harto linda y con
l'estrella en la frente.
Entonce
el Rey le dijo que se tantiara el botín. Y le dijo que le va a 'tar
güeno. Y la vieja y la Cachura no querían que se lo pusiera. Y se
lo puso la Mariquita. Y bien que le vino. Y el pañuelo tenía el
nombre d'ella. Y el Rey dijo que ésa era la niña que s'iba a casar
con su hijo y que le iban a poner la corona de reina.
Entonce
el Rey y el hijo se jueron y la llevaron a la Mariquita al palacio.
Llegaron allí, buscaron cura. Se casó la niña con el Príncipe, y
le pusieron la bendición. Y hicieron una fiesta harto linda.
Y
después mandaron a buscar a la vieja bruja y a la Cachura. Buscaron
esos caballos más guaguales que llaman, y agarraron caballos, cuatro
pa la vieja y cuatro pa la Cachura. Y agarraron y la ataron a la
Cachura de las piernas y las manos en cada caballo. Y a la vieja
igual. Porque han hecho muchas despenías con la chica que tenían. Y
Dios la había protegido. Porque el viejito que le puso la estrella y
le dio la virtú era Dios. Y áhi espantaron los caballos y las
despedazaron.
Y
entonce se acabó el cuento.
Y
pasó por un zapato
roto
pa que usté me cuente otro.
Clara
Rosa Salazar, 33 años. Ranquilcó. Ñorquín. Neuquén, 1954.
La
narradora dice que los cuentos deben contarse de noche, que es malo
contarlos de día. La iniciación del cuento es común a los
narradores chilenos.
Es
descendiente de familias chilenas. Su pronunciación es
chileno-argentina y también su léxico. Es analfabeta y rústica,
pero muy buena narradora.
Cuento
1047. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 072
No hay comentarios:
Publicar un comentario