Que
era una zorra que tenía muchos zorritos. Cuando ya estuvieron
grandecitos que podían andar, que los sacó a una lomita, y que les
decía:
-¿Ven,
hijitos, esos campos, y esas chacras y esos animalitos, esas cabras,
esas ovejitas? Son nuestras toditítas.
-Güeno,
mamita -que dice uno, tenimos hambre, mate
un anima-lito de ésos.
-Güeno,
m'hijito -que dice y que se jue a pillar un cordero gordo, gordo.
Y
ya cuando se iba a largar sobre el cordero, que apareció un hombre
con una escopeta. Y ya le apuntó a la zorra, y la zorra salió
huyendo, y que le gritaba a los zorritos:
-¡Disparen
m'hijitos! ¡Disparen m'hijitos! -ya los obligó a meterse en la
cueva.
-¡Pero,
mamita, y que no decía que toditito lo que víamos era nuestro!
-Sí,
mis hijitos -decía la zorra, todito es nuestro, pero tuavía no
tengo las escrituras. Las voy a tener el día de la polvareda.
Dolores
de Sánchez, 50 años.
Las
Mesillas. Pringles. San Luis, 1948.
Campesina
nativa de la región. Muy buena narradora.
Cuento
805 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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