Estaban
conversando la perdiz y el zorro. El zorro le dijo a la perdiz:
-¿Cómo
pintás tus guagüitas tan bonitas?
La
perdiz le dice:
-Juntá
mucha leña y poné al horno tus guagüitas. Áhi
se pintan. Se dice ¡guagua pinto!, ¡guagua pinto!
El
zorro dijo:
-Voy
a hacer lo mismo.
Juntó
mucha leña y puso al horno la leña y sus guagüitas, y también
dijo: ¡guagua pinto!, ¡guagua pinto! Pero después de un rato vio
quemados a sus guagüitas. Entonces fue a alcanzar a la perdiz y le
dijo:
-¡Te
voy a comer!
Pero
la perdiz le dijo:
-Para
que me comás más rico, molé ají y ponelo bajo mis plumas.
Cuando
el zorro le puso, redepente se levantó la perdiz y el ají cayó en
los ojos del zorro, y el zorro decía:
Anacleto
Flores, 12 años. Tafna. Jujuy, 1953.
El
niño narrador ha concurrido a la escuela de este lejano lugar de la
Puna. En la actualidad es pastor como casi todos los niños de su
edad.
Cuento
723 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
No hay comentarios:
Publicar un comentario