Una
mujer y su marido tenían un hijo enclenque y raquítico, pero con un
rostro bellísimo y perfectamente proporcionadoi.
Creció, y se acostumbró a situarse junto a la ventana, desde donde
cantaba. También su voz era muy bella, y gustaba mucho a las
chicas.
A
veces, éstas acudían a su casa para visitarle, y su madre les
decía: «Ahora no puede salir, porque se ha dormido». Pero, en
realidad, la madre lo escondía en un cesto para que nadie se diera
cuenta de su cuerpo deforme. Las chicas esperanzadas, esperaban que
algún día se encaprichara de una de ellas y quisiera casarse. De
manera que decidieron regalarle comida y otras muchas cosas.
El
chico estaba encantado con los regalos. Y cuando, desde su ventana,
veía que las chicas se acercaban, avisaba a su madre: «Ya vienen
las chicas, con sus caras bonitas y sus tetas al aire. Méteme en la
cesta,
porque
si me ven con este cuerpo raquítico no me harán más regalos».
Cuando las chicas llegaban a la casa, la madre ya había escondido al
chico. Le dejaban sus regalos y se iban apenadas.
Pero
él jamás compartía los regalos con su madre. Hasta que un día le
advirtió: «No debes portarte así de mal conmigo. Desde que vienen
a visitarte esas chicas, ni siquiera puedo ir a la fincaii
porque tengo que recibirlas. Si no compartes los regalos, no te
esconderé más». Al cabo de un rato, el chico la avisó de nuevo:
«Ya vuelven las chicas con sus caras bonitas y sus tetas al aire.
Méteme en el cesto, para que no vean mi cuerpo raquítico». La
madre lo escondió y el chico volvió a devorar la comida que le
habían dejado, sin compar-tirla con su madre.
Ésta
se enfadó muchísimo. Y al día siguiente, cuando las chicas
repitieron la visita, encontraron al muchacho fuera del cesto.
Gritaba desconsolado: «¡Mamá, escóndeme en el cesto!». Pero su
madre no le hacía ningún caso.
Las
chicas se molestarqn de verdad y le dijeron: «¿Cómo puedes tener
un rostro tan bello y un cuerpo tan repulsivo?». Una le agarró una
mano, otra una pierna, y todas tiraban de él: «Nos has engañado
todo este tiempo. Así que todas nos llevaremos una parte de tus
miembros asquerosos». Con el cuerpo desgarrado y
descuartizado, el chico murió.
Fuente:
Jacint Creus/Mª Antonia Brunat
0.111.1
anonimo (guinea ecuatorial) - 055
i
En
la versión en lengua ndowe recibe el nombre de «Djomba dja
Ndjambu» (el envuelto de Ndjambu). El envuelto es una manera de
preparar la comida propia de los pueblos del África Central.
ii
No
debe entenderse la «finca» en el sentido europeo. «Finca» es una
pequeña porción de bosque que los hombres chapean y queman para
que una mujer cultive en ella frutas y hortalizas propias del país.
Cada mujer tiene su «finca» y acude a ella por las mañanas; a
veces, el trabajo se alarga durante todo el día.
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