Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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jueves, 30 de octubre de 2014

La tortuga .030

La tortuga vivía en un pueblo con su mujer y una hija que era adivina. Poseía aves de corral y ganado, pero su esposa no dejaba que comiera nada de carne: la reservaba para el día en que venían sus padres a visitarles.
Sin embargo, los suegros de la tortuga no acudían muy a menudo y nuestra amiga tenía tantas ganas de comer que, aprovechando una extraña enfermedad de su hija, imaginó un ardid. Se dirigió a su mujer y le habló así: «Hoy he estado en una cueva en la que he encontrado a un santo. Le he pedido que curara a nuestra hija y me ha respondido que para eso tienes que llevar un lechón bien cocinado al Santo Cristo de la Pasión, que también suele visitar la misma cueva».
La mujer deseaba que su hija se curara. De manera que degolló al lechón más grande que encontró, lo guisó magníficamente y se dirigió a la cueva: «Santo Cristo de la Pasión, aquí te traigo este lechón para que cures a nuestra hija». Y, dejando el manjar en el suelo, volvió a casa.
La tortuga siguió la escena a escondidas. Y no solamente se zampó el lechón entero, sino que al regresar a casa habló de nuevo con su mujer: «He vuelto a ver al santo, que está muy satisfecho por la ofrenda que le has llevado. Dice que tienes que repetirla tres veces para que nuestra hija se cure». Y la mujer, llena de esperanza, al día siguiente mató otro lechón, lo guisó tan bien como sabía y lo llevó a la cueva, donde la tortuga dio buena cuenta de él.
Entonces la hija tuvo el presentimiento de que su padre las engañaba; y dijo a su madre: «Mañana repites la operación; pero cuando guises el lechón ponle una gran cantidad de picante, a ver qué sucede».
La madre conocía las facultades de adivinación de su hija y le hizo caso. Cuando, al día siguiente, la tortuga se comió el tercer lechón se abrasó, vio cómo el cuerpo se le llenaba de ampollas, y proclamó: «Soy el animal más astuto que existe; pero esta vez me han descubierto».

Fuente: Jacint Creus/Mª Antonia Brunat

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