Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

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jueves, 18 de octubre de 2012

Las bodas del tío perico


62. Cuento popular

Un gallo estaba envitao a ir a las bodas de su Tío Perico. Y se lavó y se peinó y se vistió muy bien y salió pa las bodas.
En el camino se encontró con una moñigada que contenía mucha cebada y dijo:
-¿Me la comeré o no me la comeré? Si me la como, me mancho el pico y no voy a las bodas del Tío Perico. No; no me la quiero comer.
Y se fué seguido, seguido.
Y caminando, caminando, se encontró con otra mo­xiigada que también tenía mucha cebada, y se paró a verla y dijo:
-¿Me la comeré o no me la comeré? Si me la como, me mancho el pico y no voy a las bodas del Tío Perico. No; que no me la voy a comer.
Y se fué seguido, seguido, caminando, pa llegar temprano a las bodas de su Tío Perico.
Y caminando, caminando, se encontró otra vez con una moñigada, y se paró un rato a verla y dijo:
-¿Me la comeré o no me la comeré? No sé si me la como o no.
Y tenía ya tanta hambre, que al fin dijo:
-Sí; me la voy a comer.
Y se la comió y se manchó el pico. Y entonces se puso muy triste. Y después de llorar un largo rato, dijo:
-Ahora sí, que me he manchao el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y en el camino se encontró con una malva y le dijo:
-Malva, malva, límpiame el pico, que me lo he manchao y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y la malva respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y entonces se encontró a una oveja y le dijo:
-Oveja, oveja, come a la malva, que la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y la oveja respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y luego se encontró el gallo con un lobo y le dijo:
-Lobo, lobo, come a la oveja, que no quiere co­mer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y el lobo respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y el gallo se encontró entonces con el perro y le dijo:
-Pero, perro, come al lobo, que el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y el perro dijo:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y se encontró entonces con el palo y le dijo:
-Palo, palo, pega al perro, que no quiere comer al lobo, y el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y el palo respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y el gallo se encontró con la lumbre y la dijo:
-Lumbre, lumbre, quema al palo, que el palo no quiere pegar al perro, y el perro no quiere comer al lobo, y el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y la lumbre respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y fué el gallo entonces y se encontró con el agua y la dijo:
-Agua, agua, apaga la lumbre, que la lumbre no quiere quemar al palo, y el palo no quiere pegar al perro, y el perro no quiere comer al lobo, y el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere co­mer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y el agua dijo:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y se encontró entonces con la vaca y la dijo:
-Vaca, vaca, bebe el agua, que el agua no quiere apagar la lumbre, y la lumbre no quiere quemar al palo, y el palo no quiere pegar al perro, y el perro no quiere comer al lobo, y el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y la vaca respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y entonces se encontró el gallo con el cuchillo y le dijo:
-Cuchillo, cuchillo, mata a la vaca, que la vaca no quiere beber el agua, y el agua no quiere apagar la lumbre, y la lumbre no quiere quemar el palo, y el palo no quiere pegar al perro, y el perro no quie­re comer al lobo, y el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y el cuchillo respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y fue el gallo ande el herrero y le dijo:
-Herrero, herrero, rompe el cuchillo, que el cuchi­llo no quiere matar a la vaca, y la vaca no quiere beber agua, y el agua no quiere apagar la lumbre, la lumbre no quiere quemar al palo, y el palo no quiere pegar al perro, y el perro no quiere comer al. lobo, y el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y el herrero respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y fué entonces el gallo ande la muerte y la dijo:
-Muerte, muerte, llévate al herrero, que el herre­ro no quiere romper el cuchillo, y el cuchillo no quie­re matar a la vaca, y la vaca no quiere beber el agua, y el agua no quiere apagar la lumbre, y la lumbre no quiere quemar al palo, y el palo no quiere pegar al perro, y el perro no quiere comer al lobo, y el lo­bo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y la muerte le respondió:
-¡No quiero! ¡No quiero!
Y el gallo fué entonces ande Dios y le dijo:
-Dios, Dios, envía a la muerte a que se lleve al herrero, que el herrero no quiere romper el cuchillo, y el cuchillo no quiere matar a la vaca, y la vaca no quiere beber el agua, y el agua no quiere apagar la lumbre, y la lumbre no quiere quemar al palo, y el palo no quiere pegar al perro, y el perro no quiere co­mer al lobo, y el lobo no quiere comer a la oveja, y la oveja no quiere comer a la malva, y la malva no quiere limpiarme el pico y no puedo ir a las bodas del Tío Perico.
Y entonces Dios envió a la muerte a que se llevara al herrero. Y entonces la muerte quería llevarse al he­rrero, y el herrero quería romper el cuchillo, y el cu­chillo quería matar a la vaca, y la vaca quería beber el agua, y el agua quería apagar la lumbre, y la lum­bre quería quemar al palo, y el palo quería pegar al perro, y el perro quería comer al lobo, y el lobo que­ría comer a la oveja, y la oveja quería comer á la malva. Y entonces la malva le limpió el pico al gallo, y el gallo entonces se puso muy contento y fué a las bodas del Tío Perico.

Fuente: Aurelio M Espinosa

003. España

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