Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

domingo, 5 de agosto de 2012

S’estany pudent


Una vieja historia, en Formentera, explica la génesis de la gran laguna -hasta hace algo más de un siglo, de aguas encharcadas y fétidas- que en la isla se conoce con el nom­bre de S'Estany Pudent.
Hace muchos, muchísimos, años -tantos, que nadie po­dría precisar cuando ocurrió- sobre la vasta superficie que hoy ocupa el estanque, se extendía una heredad, tal vez la más rica de Formentera, que contaba con algo de incalcu­lable valor: manantiales de agua dulce, tan escasa como ne­cesaria en la isla. En las casas, administrando la finca, vi­van sus propietarias -una madre y dos hijas-, cuya exis­tencia discurría sin contratiempos, en un ambiente amable y feliz.
Pero murió la madre y, contra todo lo esperado, en su testamento se explicitaba que la hacienda pertenecía, desde entonces, a las dos hijas, por partes iguales. Aquella deci­sión, que la buena mujer pensaría en vida como la más acertada, fue el principio de un final de tragedia.
Las dos herederas parecían competir en desidia hacia la finca. Nada les importaban la casa ni las tierras. Las cose­chas se perdían, el ganado vagaba por los abandonados pas­tos y la casa llegó a tener un aspecto de desolación y ruina.
En su lucha sorda por agotar la paciencia de la otra, las hermanas se habían convertido en enemigas irreconciliables y, condenadas a soportarse bajo el mismo techo, menudea­ban las discusiones y los insultos que, en ocasiones, llega­ban a la maldición más execrable.
La situación llegó a su límite cuando, en el transcurso de una de aquellas disputas, una de ellas, vomitando odio, le espetó a la otra:
-¡Así os hundáis tú y tu maldita hacienda!
-¡Lo mismo te deseo a ti!
Y en aquel instante, una ola gigantesca, inmensa, se le­vantó del cercano mar y, cayendo sobre la casa y las tierras, lo anegó todo, originando una laguna en cuyo fondo fue pudriéndose, poco a poco, la otrora riente hacienda.
Así fue, cuentan, cómo nació S'estany Pudent, a la parte de tramontana, muy cerca, pegado casi, al puerto de la Sa­vina. Durante siglos, sus aguas espesas y malolientes, fue­ron seguro cobijo de aves migratorias con abundancia de garzas y flamencos, y, en ocasiones, foco de epidemias de consecuencias desagradables para los isleños.
Fue un obispo de Eivissa, don Basilio Carrasco, quien, a sus expensas, hizo comunicar el estanque con el mar, de­volviendo así la vida a aquellas aguas. Hoy, además de la importante producción de sal que se obtiene en sus orillas, una rica variedad de peces ha proliferado en el estany. Al­gunos, hasta se atreven a entrar por las ventanas de una edificación, visible claramente bajo las aguas, o juguetean con los chorros de agua dulce de los manantiales que, des­de siempre, siguen allí y, en ocasiones, hasta afloran sobre la superficie de la laguna.

Fuente: Gabriel Sabrafin

092. anonimo ((balear-formentera)




No hay comentarios:

Publicar un comentario