Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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lunes, 6 de agosto de 2012

La tejedora y el campesino


Hace mucho, mucho tiempo, una mujer se encontraba tejiendo un tapiz junto a la ventana. Movía la lanzadera de derecha a iz­quierda, después sujetaba el hilo con la boca y volvía a mover la lanzadera en el mismo sentido, una vez más de derecha a iz­quierda. Pasó un viejo, de quien nadie sabía de dónde venía. Te­nía una gran barba blanca. Se detuvo un momento a mirar a la tejedora y, al fin, le dijo:
-¿Por qué sujetas el hilo con la boca, en vez de pasar la lan­zadera una vez de derecha a izquierda y otra vez de izquierda a derecha?
La tejedora intentó hacer lo que le decía el viejo. La lanzadera iba hacia delante y hacia atrás y el trabajo resultaba más rápido.
El viejo siguió su camino q vio a un campesino que estaba arando. Araba un surco y, una vez en el extremo del campo, car­ga a cuestas el arado y volvía al principio, desde donde comen­zaba a arar un nuevo surco. El viejo se detuvo a mirarlo y, final­mente, le dijo:
-Oye, cuando estás en el extremo del campo, ¿por qué no ha­ces que el caballo gire y aras un nuevo surco mientras vuelves al principio?
El campesino intentó hacer lo que decía el viejo. Araba un surco al ir y otro surco al volver, y así el trabajo resultaba más rápido.
Al día siguiente, el viejo volvió a pasar por el mismo camino y vio, con satisfacción, cómo araba el campesino.
-¿Quién te ha enseñado a arar tan bien? -preguntó el viejo.
-¿Por qué me lo preguntas, si fuiste tú mismo, anoche, cuan­do pasaste por aquí?
El viejo sonrió y dijo:
-Estupendo. Y ahora te digo que un día trabajarás y todo el año de comer tendrás.
Después el viejo pasó bajo la ventana de la tejedora, se detu­vo un momento viendo con qué rapidez se movía la lanzadera y le preguntó:
-¿Quién te ha enseñado a tejer tan bien?
-Nadie, lo he aprendido sola -respondió la tejedora, sin mi­rarlo siquiera a la cara.
Al viejo se le ensombreció el rostro, meneó la cabeza y dijo:
-Entonces te digo que todo un año trabajarás y más de un ta­pete no tejerás.
Y se marchó.

152. anonimo (bulgaria)

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