Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

viernes, 24 de agosto de 2012

La copa de oro


Un joven pescador, Aben, con más ilusiones que fortuna, solía vender todo el producto de su pesca. Hasta que un día en que no había pescado más que un atún, decidió comérselo, pues ya era hora de que él también disfrutara de su trabajo.
Al partirlo, encontró en su interior una copa de oro.
-¡Qué suerte he tenido! -se dijo. Hoy la estrenaré y mañana la venderé, porque el dinero me será más útil que la copa.
Para su sorpresa, cuando quiso verter vino en ella, la copa de oro se llenó de monedas del mismo metal.
-¡Soy rico! -exclamó feliz.
Y mandó construir un palacio, y pronto en sus dorados salones se dormía de aburrimiento, y decidió emprender un viaje. Se compró un buen camello, lo adornó ricamente y se fue a la ciudad a visitar al sultán.

El corazon de zulamita

Y el joven Aben plantó su tienda ante el palacio del sultán y su hija, la bella Zulamita, le vio desde una ventana y se enamoró de él.
El sultán montó en cólera ante la pretensión de su hija.
-No consentiré que te cases con un joven del que no sabemos otra cosa sino que toca muy bien la cítara.
-Sólo me casaré con él -afirmó la muchacha.
-Entonces, tendrás que abandonar este palacio.
Zulamita se casó con Aben y se fue a vivir con él al desierto. La tienda era lujosa y tenía cuanto deseaba, pero se acordaba de su padre.
Aben permitió a Zulamita que fuera a verlo. Pero ella temía su cólera y ocultó el rostro con un velo.
Una vez ante el sultán, vio que estaba muy envejecido y supo que era por el dolor que le había causado la separación de su hija. Entonces arrojó el velo que ocultaba su rostro y dijo:
-Padre mío, siempre te he querido mucho y te sigo queriendo. Y como mi esposo me quiere con toda su alma, está dispuesto a cederte su copa de oro si nos perdonas.
Cuando el sultán supo el poder de la copa, se sintió feliz. Admitió en palacio a su hija y a su yerno y regaló a éste la mitad de sus propiedades, de modo que todos fueron felices.

999. Anonimo,

No hay comentarios:

Publicar un comentario