172. Cuento popular castellano
En una casa bajaba siempre por la
chimenea un gato. (Todo ha ocurrido en esta misma familia, perseguida de
espíritus malignos). Y un día bajó cuando la mujer estaba sola, y empieza a
decir:
-Santiago. Santiago.
Dos o tres veces. La mujer coge una
badila, y dijo:
-Si cojo las tenazas...
Y el gato contestaba:
-Si cojo las tenazas...
-Mira que tal o cual.
Y el gato lo mismo. Conque ya empezó
ella a llamar a su marido:
-¡Santiago! ¡Santiago! Y el gato:
-¡Santiago! ¡Santiago!
Pero su marido no respondía; hasta que
por fin llegó el marido.
-Pero, ¡hombre! ¡Te he dado tantas
voces! Y el hombre decía:
-Pues, hija, no te oía.
Y la mujer desgañitándose.
Sepúlveda,
Segovia. Narrador LXXXII, 3 de abril, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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