Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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lunes, 2 de julio de 2012

San pedro, las cerezas y la gallina


191. Cuento popular castellano

Iban con una burra por un camino Jesucristo y San Pedro. Jesucristo iba en la burra y San Pedro a pie. Vieron un callo de herradura, y le dijo Jesucristo a San Pedro que se agachara por él. Y el otro le dijo que no se quería agachar. Y se bajó Jesucris­to y le cogió.
Y luego llegaron a un pueblo, y había un hombre vendiendo cerezas por callos de herradura. Y fue Jesucristo y compró cere­zas por el callo de herradura. Y el otro se puso a llorar.
Luego montó Jesucristo en la burra, y se fueron a otro pue­blo. Y en el camino le dijo San Pedro que le diera cerezas. Y Je­sucristo le dijo que no se las daba, que si se hubiera agachado por el callo de herradura, las hubiera podido comprar; pero después las iba comiendo Jesucristo, y se comía una y le tiraba a San Pedro otra. Y luego le dijo que no se había querido agachar una vez por el callo de herradura y luego se había agachado cien por las cerezas.
Y luego fueron a otro pueblo y fueron a una fonda. Y la dije­ron a la cocinera que les pusiera la cena. Y les puso un pollo. Y luego fue San Pedro a ver si estaba la cena. Y le dijo la cocine­ra que no estaba todavía. Y se quedó allí hasta que estuviera. Y cuando estaba ya, cansado de esperar, le dio hambre, y estuvo mirando a ver qué tajada podría comer que no la iba a conocer Jesucristo. Y cogió una pata y se la comió.
Luego vino Jesucristo y estuvo dando vueltas, y vio que le faltaba una pata a la gallina. Y preguntó que quién se la había comido. Y dijo San Pedro que nadie, que era que las gallinas de ese país no tenían más que una pata. Y le dijo Jesucristo que te­nían que tener dos, como todas.
Y ya de que no se lo quería creer, salieron al corral. Y había nevado y había un pollo que tenía la pata metida en un ala, por­que tenía frío. Y San Pedro se lo hizo conocer a Jesucristo. Y hizo así (batiendo palmas) con las manos Jesucristo y le espantó. Y dijo entonces San Pedro:
-Bien hubiera podido hacer así en el plato, para ver si hubie­ra salido la otra pata.

Sepúlveda, Segovia. Narrador IV, 2 de abril, 1936.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. Anonimo (Castilla y leon)

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