Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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viernes, 6 de julio de 2012

La novilla del señor cura

407. Cuento popular castellano

En un pueblo faltó una novilla y era propiedaz del señor cura. En vista de que no aparecía, determinó confesar a todos los feli­greses. Y en una casa había un hijo inocente, y de éste no habían hecho caso. Todos se confesaron menos él. Pero ya el cura com­prendió, como se suele decir, que los locos y los tontos dicen las verdades: pues fue a visitarle y le dijo que se confesaría, y se lo dijo a sus padres. Al pronto se negaban, por esa razón de que era medio idiota. Pero como el cura insistía, pues ya los padres deci­dieron llevarle; pero no sin antes ponerle al corriente de lo que había de decir, porque, en realidaz, allí la habían cogido y la te­nían ya descuartizada y puesta a curar al humo. Y los padres le decían:
-Si te pregunta por una novilla que ha desaparecido y que es de él, tú no digas nada, niégalo todo.
Y el chico le contestaba al padre:
-¿Cuál, el ahumao?
-Sí, el ahumao -dice el padre-. Ya sabes lo que ties que hacer.
Al día siguiente le llevaron a la iglesia. Y el señor cura empezó por hacerle preguntas sobre los mandamientos, diciéndole:
-Vamos a ver. Vas a decir la verdaz en todo cuanto te pre­gunto. El primer mandamiento es oír misa entera los domingos y fiestas de guardar. ¿Has oído misa los domingos?
-¿La has oído tú? -le contesta el chico al cura.
-Yo sí -contestó el cura.
-Pues yo también.
-El segundo: no jurar su santo nombre en vano. ¿Has jurao alguna vez?
-¿Has jurao tú?
-Yo no.
-Pues yo tampoco.
Y así sucesivamente hasta llegar al séptimo. Allí ya le apretó un poco, diciéndole si sabía quién había robao una novilla, que debía decírselo.
-Pues, yo no sé nada.
Pero como el cura insistía, ya le preguntó:
-¿No la has robao tú?
Y le preguntó el chico al cura:
-¿La has robao tú?
Y el cura, por aquello de ver si decía él que sí, le dijo que sí. Y entonces el chico le dijo:
-Bueno, pues adiós, que a mí nunca me ha gustao hablar con ladrones.

Saldaña, Palencia. Florencio Garrido. 19 de mayo, 1936. 63 años.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. Anonimo (Castilla y leon)

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