Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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lunes, 4 de junio de 2012

Yuha y el peregrino

Había una vez un hombre que peregrinaba a La Meca y que tenía mucho, mucho dinero.
Al llegar a su destino buscó a un mercader al que los pe­regrinos dejaban sus pertenencias para que se las guardase y que tenía fama de ser una persona honrada, aunque en rea­lidad era un ladrón.
El hombre rico se presentó ante él y le dijo:
-Traigo conmigo mucho dinero. Voy a dejártelo para que me lo guardes.
-Tengo ya muchos encargos, pero a ti voy a hacerte este favor -respondió.
Pasado un tiempo, ya de vuelta de su peregrinación, re­gresó el hombre rico y le dijo:
-Dame el dinero que me guardaste.
-Yo no te conozco de nada. A mí nunca me has dado ningún dinero.
El buen hombre salió en busca de ayuda y fue a ver a Yuha, a quien relató lo que había ocurrido.
-Esto no es ningún problema. Vamos a hacerle una buena jugada.
Empezó a pedir dinero a sus familiares y amigos y reunie­ron mucho más dinero del que el hombre rico le había entre­gado al mercader. Y Yuha le explicó su plan:
-Como hemos reunido más dinero del que tú tenías, yo me voy a presentar con el cofre lleno a la casa de ese hom­bre. Voy a abrirlo y a enseñarle todas las riquezas que contie­ne. En ese momento llegas tú y le reclamas tu dinero. Verás cómo resulta.
Así lo hicieron. En el mismo instante en que Yuha estaba mostrando al mercader el contenido del cofre y pidiéndole que se lo guardase, entró el hombre rico y le dijo que venía a re­coger el dinero que le había entregado.
El mercader, con los ojos brillantes de codicia, le rogó que esperase un momento a que acabara de atender a su cliente. Pero Yuha, astutamente dijo:
-No, por favor, atiéndale primero a él, pues aquí hay tan­to dinero que va a tardar dos o tres días en contarlo.
El mercader fue a buscar rápidamente el dinero del hom­bre rico y se lo devolvió sin rechistar, tentado por la gran for­tuna que traía Yuha, quien se despidió diciendo:
-Mira, ya no necesitamos tus servicios, pues nosotros ya tenemos lo nuestro.

 051 Anónimo (saharaui)

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