Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

viernes, 15 de junio de 2012

El hombre hospitalario


181. Cuento popular castellano

Era una madre que tenía tres hijos, dos mayores y uno chi­quitín. Y estaban muy pobres, muy pobres. Y ya alguno de los mayores dijo:
-Tenemos que ir a buscar la vida, madre. -Bueno, hijos.
Conque se fueron los tres. Y a la salida del pueblo se encon­traron con dos señores. Les dijeron que adónde iban. Dijeron que a ganar la vida. Y dijeron los señores que si querían ir a su servicio, y dijeron ellos que sí. Y dijeron entonces a uno de los mayores:
-Tú vas a ganar un grano de trigo. Y al otro:
-Y tú un grano de cebada.
Y al pequeño:
-Y tú, como eres tan pequeño, nada más comerás y estarás vestido.
Y les dijeron además los señores:
-Al año nos tenemos que encontrar en este mismo camino pa entregaros la soldada.
Conque les llevaron a su casa y estuvieron trabajando. Y al año volvieron al camino y, efectivamente, allí dieron a uno el grano de trigo y a otro el grano de cebada. Y les dijeron los seño­res que al llegar a casa sembrasen aquellos granos.
Y llegaron a casa. Y su madre empezó a llorar y a decirles que cómo no la habían escrito ni la habían mandao nada para comer. Y ellos la dijeron que no habían ganado más que aquel grano de trigo y aquel grano de cebada; pero que les habían dicho que los sembraran.
Sembraron el grano de trigo y cogieron mucho trigo, mucho, y se hizo rico el hermano mayor. Y el otro sembró el grano de cebada y cogió mucha cebada, mucha cebada. Y se hicieron ricos. Y se casa-ron, como eran tan ricos ya.
Y el pequeño, como no le habían quedado nada, pues era po­bre. Se casó también el pequeño y vivía muy pobre, muy pobre. Los her-manos no le daban nada.
Y un día llegaron dos pobres, dos viejecitos, a casa del mayor. Y le pidieron posada. Como era tan rico, dijo que él no admitía pobres en su casa y menos tan viejos.
Fueron en casa del otro, y les dijo lo mismo. Mas se fueron en casa del pequeñito, y estaba la mujer sola. Y les dijo que pa­saran, que allí pasarían la noche; que su marido estaba al pinar, pero que cuando viniera, no la había de decir nada, porque les había dao posada. Llegó su marido y le dijo:
-Tengo aquí a dos viejecitos recogidos.
Y dijo su marido que había hecho muy bien, que si les había dao de cenar. Y dijo ella que no, porque no tenía para la cena. Y dice él:
-Pues, mata esa gallina que tenemos allí. Y haz la cena, y dales de cenar.
Según estaban cenando todos, se puso una gallina debajo de la mesa a picar las migas. Y era la gallina que ella había matao.
Cenaron y se acostaron. Y a media noche la mujer, que esta­ba encinta, se sintió con novedad. Al ver los pobres que el mari­do estaba aturdido y salía a llamar al médico, dijeron los pobres que no, que se estuviera quieto, que su mujer daría a luz con toda la felicidaz y tendría un niño. Y así fue. Dio a luz y tuvo un niño.
Y los pobres le dijeron que si les quería dar gusto que harían un bautizo como a ellos les pareciera. Y dijo el padre del niño que ¡bueno!, porque estaba atontao -no sabía qué serían aque­llos pobres.
Se fueron a la iglesia a bautizar al niño. Y cuando volvieron, encontraron una mesa llena de manjares de todas las cosas-bue­nas. Y el padre del niño estaba aturdido al encontrarse con aque­lla mesa tan llena de manjares.
Entonces le dieron los pobres la mano y le dijeron que no temiera nada, que nada les faltaría, que uno de ellos era Jesucristo. Y le entregaron una cantidad muy grande de dinero y le di­jeron que hiciera un hospital, que era donde tenían que ir a morir sus hermanos:
Y sus hermanos desde aquel día empezaron a quedarse muy pobres, muy pobres. Y cuando su hermano terminó el hospital, los primeros que lo estrenaron fueron ellos. De manera que co­lorín, colorao...

Medina del Campo, Valladolid. 8 de mayo, 1936.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. anonimo (castilla y leon)

No hay comentarios:

Publicar un comentario