Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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domingo, 10 de junio de 2012

El cristo del milagro


Un barrio, conservado a medias por la ciudad, es el del an­tiguo Mercadal o mercat alt. Por allí quedaban las plazoletas del pès des carbó, pés de sa farina, pès d'es formatge, la Quartera y es carrer de Sa Llonjeta, diminutivo de lonja, pero con idénti­cas finalidades de contratación. Felizmente la ciudad, al cabo del tiempo, ha recuperado tan entrañable como hermosa toponimia.
De aquellas callejas, una nos interesa en especial. Estaba ve­cina al establecimiento penitenciario de la Galera, para mujeres vagabundas y de mala vida, y se la conoce -aún hoy- como calle del Milagro. En ella vivía un hombre que era reputado como grandísimo pecador y tan enormes debían ser sus culpas que, un día, arrepen-tido, al ir a confesarlas a la vecina iglesia de Santa Eulalia, el sacer-dote no pudo o no quiso absolverle.
Desesperado, el pecador regresó a su casa y, convencido de no poder hallar jamás consuelo ni, perdón en este mundo, preparó una soga con la que ahorcarse. A punto estaba de consumar su propósito, cuando se le apareció un Joven que, quitándole el dogal del cuello, lo envió a la iglesia a solicitar la, absolución del conr fesor con el encargo de que, si no quería dársela, fueran ambos a postrarse ante la figura de un Cristo que se veneraba en el tem­plo. Personados ante la imagen, ésta hablóle así al reticente sa­cerdote: «Absuélvelo, absuélvelo; mira lo que me cuesta un al­ma». (De este relato da fe documental el manuscrito «Traslado del Llibre dels miracles del St. Christo de Sta. Eulalia, de la pre­sent Ciutat de Palma de Mallorca. El documento en cuestión es una copia, un traslado, del original, misteriosamente extraviado, y que relata, junto con éste, hasta dieciséis prodigiosas actuacio­nes de la imagen que se venera aún en la misma iglesia y a la que, otra tradición popular, atribuye la gracia, de hacer regre­sar, sano y salvo, a todo aquel que, antes de emprender un viaje, acuda a postrarse ante ella.)

Fuente: Gabriel Sabrafin

092. Anonimo (balear-mallorca-palma)




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