Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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martes, 15 de mayo de 2012

El hombre, el tigre y la luna (1)

El hombre fue al río a buscar agua en una calabaza. Cuando regresó a su casa, se encontró con el tigre que había penetrado y estaba allí dentro, sentado en el suelo.
El hombre, pensando defenderse, dio un salto hacia el sitio en que guardaba sus armas para coger la flecha.
El tigre se puso a reír y dijo:
  No soy tonto, Pemón. Sé que debes tu poder a las armas que posees, por eso te las he destruido.
El hombre vio entonces que el tigre estaba sentado sobre los restos de sus flechas y sus hachas destrozadas.
-He venido -siguió diciendo el tigre  a demos­trarte que soy más poderoso que tú.
El animal se puso en pie y salió afuera, conduciendo al hombre hasta un matorral cer­cano. Allí se escondieron.
Al cabo de un rato, escu­charon aletazos y vieron un paují[1] que vino volando y se posó en lo alto de un árbol.
El tigre se trepó al árbol silenciosamente; cogió al pau­jí por el pescuezo y regresó junto al hombre.
  ¿Eres capaz de hacer eso? -le preguntó.
-Sin flechas, o sin cer­batanas, no puedo hacerlo -contestó el hombre.
Siguieron escondidos. Al poco tiempo, vieron moverse el monte y escucharon un rui­do de pisadas. Una danta[2] apa­reció, caminando en línea rec­ta hacia ellos.
El tigre dio un gran sal­to y cayó sobre la danta. De un solo zarpazo la dejó y lue­go la arrastró hacia el matorral.
¿Puedes matar una danta de la manera como yo he matado ésta? -preguntó al hombre.
-No dijo éste; sin armas no puedo hacerlo.
Entoces se fueron a la orilla del río.
El tigre comenzó a gol­petear sobre el agua con su lengua rosada.
Atraídos, los peces, se acercaron. Cuando fue tiempo, de un solo manotazo el tigre sacó fuera uno de ellos, enganchado en sus uñas.
-Sin los aparejos necesarios, eso tampoco lo puedo hacer -murmuró el hombre.
El tigre se quedó mirándolo, y luego dijo:
-Ahora te toca a tí, Pemón, ejecutar también tres hazañas. Si yo no puedo imitarte, quedaremos amigos, pero si las llevo a cabo, entonces te devoraré.
La luna estaba en el cielo rodeada de nubes, el hombre la miro y dijo después al tigre:
-Aguárdame aquí, Kaikusé; ya vuelvo.
El tigre, desconfiado, gruñó:
-No pretendas huir, porque si lo haces, te buscaré y cuando te haya encontrado, te daré muerte.
-No tengas cuidado -dijo el hombre y se fue.
Se metió entre la selva, y cuando estuvo fuera del alcance de la vista de la fiera, dio un rodeo y regresó a su casa por la parte posterior. Entró y buscó una torta de casabe[3]. Luego miró al cielo y cuando vio que la luna se escondía detrás de una nube, volvió donde estaba Kaikusé, a quien mostró la torta de casabe, preguntándole:
-¿Sabes qué es esto, amigo Kaikusé?
-No sé -contestó el tigre.
Pemón dijo:
-Mira el cielo. ¿No ves que la luna ha desaparecido?
La fiera miró al cielo y seguidamente a la torta de casabe.
-¡Ah! ¡Has cogido la luna! -exclamó.
-Sí -dijo el hombre, y empezó a comer casabe.
El tigre, mirando el gusto con que Pemón comía, dijo:
-Debe ser sabroso comer la luna.
El hombre le dio lo que quedaba de la torta de casabe al animal, diciendo:
-Sí, es bueno; come.
En un momento el tigre devoró todo el casabe y se quedó relamiéndose.
-Es lástima que se haya acabado -murmuró.
-No importa -dijo Pemón. Ahora saldrá otra luna.
¿Y podré cogerla yo?
-Naturalmente, de la misma manera que yo cogía la mía.
-¿Y cómo hiciste para darle alcance?
-Muy sencillo -explicó el hombre-. Me subí a los copos de un árbol y de un salto me llegué hasta ella.
La luna salió de las nubes en que se había ocultado y comenzó de nuevo a correr por el cielo.
Apenas la vio el tigre, fue rápido y se subió al árbol más alto. Allí se agazapó y, mirando fijamente al rostro para afinar la puntería, dio al fin el gran salto, pero no alcanzó la luna, sino que se vino de cabeza y se estrelló en el suelo contra una piedra.
El hombre llevó a su casa el pescado y el paují, y arrastró hasta ella también al tigre y la danta.

Cuento popular

073. anonimo (venezuela)

[1] Paují: Ave gallinácea del tamaño de un pavo (voz quichua).
[2] Danta:
[3] Casabe: Nombre que se da en Cuba a un pez del mar de las Antillas que tiene unos dos centímetros de largo, que es de color amarillento y afecta la forma de media luna.

19 comentarios:

  1. holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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  2. tu madre me dice hola en ls cama wee

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  3. Que tipos de lenguajes utilizaron los personajes y a que etnia venezolana pertenece el hombre y donde habita en venezuela

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  4. mano no se como coño saco un analisis del esa vaina alguien me saca el analisis de esa manguangua

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  5. yolo tarea que pasa con los profesores de 3 año

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  6. cuales fueron las acciones finales del tigre y del hombre

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  7. q chimba es muy








    larga esa mierda

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  8. M4ldit4se es mu largo el p*to cuento

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